Señala Emilio Zebadúa ante la FGR, que cada semana se planeaban los desvíos de la Estafa Maestra
Rosario Robles Berlanga, extitular de la SEDESOL y SEDATU en el sexenio de Enrique Peña Nieto, se reunía cada semana con sus colaboradores, para “trazar la estrategia” de desvíos de la denominada Estafa Maestra, aseguró el exoficial mayor de ambas dependencias, Emilio Zebadúa González.
De acuerdo con el diario El Universal, que tuvo acceso a la declaración del chiapaneco, éste acusó al exjefe de oficina de SEDESOL, Ramón Sosamontes Herreramoro, de ser el vinculo con los rectores de las universidades públicas, a través de las que se realizó el presunto desvío de recursos.
Según la declaración de Zebadúa González, señaló que Sosamontes Herreramoro le decía a los rectores de las universidades, a qué empresas debían contratar y los montos que tenían que subcontratar, y también definía cuánto se quedaba en las instituciones educativas.
Rosario Robles Berlanga, extitular de la SEDESOL y SEDATU en el sexenio de Enrique Peña Nieto, se reunía cada semana con sus colaboradores, para “trazar la estrategia” de desvíos de la denominada Estafa Maestra, aseguró el exoficial mayor de ambas dependencias, Emilio Zebadúa González.
De acuerdo con el diario El Universal, que tuvo acceso a la declaración del chiapaneco, éste acusó al exjefe de oficina de SEDESOL, Ramón Sosamontes Herreramoro, de ser el vinculo con los rectores de las universidades públicas, a través de las que se realizó el presunto desvío de recursos.
Según la declaración de Zebadúa González, señaló que Sosamontes Herreramoro le decía a los rectores de las universidades, a qué empresas debían contratar y los montos que tenían que subcontratar, y también definía cuánto se quedaba en las instituciones educativas.
Zebadúa Gonzáles declaró que el dinero que se daba a las empresas, era en efectivo y trasladado a las oficinas de Robles Berlanga, ubicadas en Paseo de la Reforma 99 y 116, en la Ciudad de México, donde también se ubica las oficinas de la otrora SEDESOL, hoy Bienestar.
Apuntó que del monto total de los contratos con las empresas, se devolvía cerca del 40 por ciento “a las manos de los desviadores”, el cual era usado para fines proselitistas y propagandísticos, y estimó que dicho recurso para estos fines, fue de alrededor de mil 267 millones de pesos.