Incrementa vocación sacerdotal en Tabasco

Un incremento en la vocación sacerdotal y de servicio religioso ha presentado Tabasco, indicó el Obispo Don Gerardo de Jesús Rojas, al congratularse por la ordenación de 15 presbíteros en lo que va del año.

“Aquí (Seminario menor) van a entrar 40 nuevos seminaristas al curso introductorio, son como 70 aspirantes, pero solo se eligen a 40, luego en la Casa Introductoria van a entrar alrededor de 50 -60. Nosotros gracias a Dios tenemos esa bendición del Señor, ahora son 15 nuevos presbíteros en esta diócesis en un año; creo que es la primera ocasión que logramos tantos, damos gracias a Dios y pedimos que se siga fortaleciendo, también la vida religiosa de mujeres es abundante”, dijo.

Don Gerardo de Jesús Rojas refirió que en los próximos días, 20 sacerdotes continuarán su preparación fuera de Tabasco, algunos en España, Roma y otros en la Universidad Pontificia de la Ciudad de México.

“Aquí en la Diócesis gracias a Dios ha incrementado la vida presbiteral, la vida de seminaristas. Este año van a ir más de 20 a estudiar al extranjero, unos a Roma, otros a España, y dos más a la Ciudad de México a la Universidad Pontificia, eso también es gratificante; necesitamos más sacerdotes preparados, que los hay, pero cuando hay una especialidad, pues es mejor el servicio”, apuntó.
 
El enemigo busca destruir con su cizaña, alerta Obispo

Necesario conocer el mal para evitar practicarlo, exhortó a la feligresía el Obispo de Tabasco Don Gerardo de Jesús Rojas López, al destacar que el enemigo no descansa en la siembra de cizaña.

“Un dueño del campo que sembró buena semilla, pero vino el maligno y sembró cizaña; es un fruto similar al trigo pero no da fruto, además roba los nutrientes de la buena semilla… Dios ha hecho buena semilla, pero el demonio no descansa y siempre pone su semilla de cizaña, necesitamos conocer dónde está el mal para poder evitarlo”, expresó.

En su mensaje dominical, el Obispo de Tabasco llamó a los feligreses a estar atentos y no dar entrada al demonio que solo busca confrontar y destruir los buenos frutos a través de la cizaña.

“El demonio no entra a ver qué hay, sino a destruir, pero si nosotros damos la oportunidad a Dios entre, limpie y purifique, que saque nuestra cizaña, sin duda esa paciencia que Dios tiene y esa misericordia, será bendición para nosotros”, dijo.