¿Ganó el chantaje?

En los últimos días la enfermera Maribel Cruz, aquella a la que recordamos en manifestaciones y protestas continuas en los cruceros de Villahermosa contra la administración de Andrés Granier ha retomado su método protagonizando un nuevo capítulo, exigiendo ahora, al Gobernador Arturo Núñez que le cumpla, según su dicho, su promesa de campaña de nombrarla en la Dirección General de Enfermería de la Secretaría de Salud. Ha hecho señalamientos y acusaciones graves que implican a funcionarios de la nueva administración; ha incluso externado que no ha habido cambio, que son lo mismo éste y el anterior Gobernador con el afán de lograr la posición y ha convocado a sus “seguidores” (su esposo y alguna otra enfermera) a cerrar filas a su favor.

El nuevo gobierno argumenta que la enfermera no cumple con los requisitos para el cargo, pero más allá de eso, lo que realmente preocupa es que luego de las protestas y descalificaciones, al final se le proponga para ocupar la jefatura de enfermeras del Hospital Juan Graham o del Dr. Rovirosa. El asunto no es en sí el cargo ofrecido a Maribel Cruz sino el método que empleó para presionar y lograr la posición. De entrada es un mal mensaje a los ciudadanos, recordamos que no es el primer caso ya que cuando se dieron a conocer los nombramientos del gabinete, el ex diputado Juan José Martínez se inconformó y criticó públicamente algunas posiciones; días mas tarde, el mismo que los descalificó, asumió una subsecretaria en la SOTOP; ahora fue la enfermera quien asumió la misma postura, y después de hacer un escándalo mediático, despotricar contra el nuevo gobierno, logra entrar a la administración. Forma es fondo y en estos casos las formas han dejado mucho que desear. La administración Nuñista no debe convertirse en rehén de personajes que mediante presión pública logran sus objetivos individuales, debe de estar mas allá y procurar que los ciudadanos tengamos la lectura correcta de sus decisiones y acciones, o lo ocurrido ¿es lo que se quiere que pensemos los ciudadanos?

Preocupa y mucho la manera en que se han manejado estos inconvenientes que podrían ser normarles en todo arranque, siempre habrá inconformes, gente a la que no les gusten las decisiones tomadas, ningún gobernante debe consentir caprichos salvo que se esté dispuesto a pagar un precio.

Rematando: Que el nuevo gobierno tengan cuidado porque el chantaje ha funcionado, no se le vaya a ocurrir a Brígida formar parte del gabinete y después de alguna protesta termine como funcionaria pública.