'Última carta de Chuy Sibilla a Arturo Núñez'

Jesús Sibilla Oropesa

Diciembre 11, 2018 • 10 min de lectura

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“HACER LO DIFÍCIL MÁS DIFÍCIL”

23 NOV 18

Arturo, son tus últimos días de Gobernador y el pueblo que creyó en ti, y puso sus esperanzas de mejoría en tu proyecto, y votó por ti hoy cuenta los días para que se acabe la pesadilla de tu gobierno.

Hace seis años el pueblo de Tabasco contaba los días para que se terminara el gobierno de Granier, y te esperaban con gran alegría, había fiesta por tu llegada.

Hoy esa alegría se ha transformado en decepción de los que creímos en tu trayectoria, tu carisma, tu profesionalismo, tus relaciones, etc. Y se ha trastocado en decepción por no haber cumplido con las expectativas.

En enojo por tanta gente que perdió su empleo por las causas que sean.

En ira por tanta gente (burócratas, proveedores, medios de comunicación, etc.) a las que les debes y quedarás a deber igual que lo hizo quien tu criticaste tanto.

En impotencia por tanta gente enferma que no encuentra medicinas ni médicos suficientes mientras estos (los doctores) se las ingenian para atenderles dentro de sus carencias porque no tienen las herramientas necesarias para tratarlos y así los familiares ven como estos enfermitos se agravan, sufren más, incluso se mueren.

Qué triste Arturo, que una carrera tan brillante la remates con un gobierno que tanto deseaste y buscaste y que mal gobernaste porque entre otras cosas no pusiste orden y fue para ti más importante darle espacios y oportunidad de negocios a la familia de tu señora porque he de reconocer que a los Núñez tuviste la virtud de mantenerlos lejos de cualquier posibilidad de negocio con el gobierno de Tabasco, pero a los López y familia…

Hoy ni lamentarse es bueno, lo pasado, pasado, pero no olvidado, lo que no fue, no será.

La historia te juzgará y creo que vas a salir muy mal librado, como uno de los peores gobernantes y no nos acordaremos ni de Amet, ni de Filigrana, ni de Silva, ni de ninguno de tus funcionarios sino del Gobierno de Arturo Núñez y su esposa a la que me imagino que ya sabes que le dicen “la gobernadora”.

Y aclaro que no me estoy metiendo con tu señora. Tu la metiste en el gobierno y la hiciste funcionaria y la sobre expusiste a los medios de comunicación. Hasta un programa de radio le diste.

Ni cómo defenderte, me apena, y a ver todavía cómo les va a tus funcionarios con la ley o con la justicia. Porque hay que ver si la ley le hace justicia al pueblo al que los gobiernos empobrecen cada vez más.

Tu que eres un gran lector de historias, y biografías y sabes lo que eso significa también sabes lo peligroso que es a más de cruel e inhumano, desolador y descorazonador, arrebatar la esperanza y golpear la fe y eso puede dar como resultado o la pasividad y sometimiento, la mediocridad y mezquindad o alimentar el espíritu de lucha del pueblo, su deseo de venganza, sus ganas de revancha y volverse muy peligroso para con quienes le agraviaron o sea, con ustedes.

Te vas Arturo, que pena que sea así, te deseaba otro final como gobernador.

No creo que te vaya a dar gusto leer tu biografía después de este sexenio, pero qué le vamos a hacer, así quisiste que fuera tu, tu esposa y la gente de la que te rodeaste, que por cierto no fueron los mejores como lo prometiste en alguna entrevista que te realicé.

Arturo, te he escrito tres cartas, cuatro con esta, he leído al aire dos, tres con esta, pero la que escribí el 2 de abril del año pasado decidí en muestra de buena voluntad y pensando que lo que te decía te haría recapacitar, te la entregué para consumo personal, y entre otras cosas te decía en ella que: Sí, hubieron algunos cambios positivos en tu gobierno, pero en muchos rubros la cosas siguieron igual y los negocios familiares y de equipo se siguieron dando como en tiempos del PRI tan criticado por la mayoría.

No les puedo acusar de enriquecimiento, de robar del erario, no tengo pruebas, pero sí puedo hablar de negligencia, de falta de oficio, de deshonestidad para realizar su trabajo, de actitud criminal al permitir lo que sucede hoy en el sector salud.

En aquella carta también te decía: más que ejercer una crítica a tu gobierno quisiera en un primer momento acudir a tu conciencia y que esta sea la que responda mis preguntas que son las de muchos tabasqueños.

Y te dejé estas preguntas con la esperanza que las resolvieras positivamente y este ejercicio moviera tu conciencia y actitud para retomar el camino perdido en el ejercicio de gobernar Tabasco.

Van las preguntas a la conciencia de aquella vez.

Arturo, ¿al margen de las famosas circunstancias, (por aquello del hombre y sus circunstancias), así te imaginabas como Gobernador, así te soñaste?

¿Los cambios que generaste son los adecuados, son los que necesitamos los tabasqueños, son los que en conciencia debiste crear para quien anhelaba o anhela cambiar para mejorar?

¿El joven Arturo que conocí en la casa de tus papás, doña Olguita y don Enrique, de Méndez, hogar de mi entrañable amigo Gustavo, estaría contento y satisfecho con el Gobierno que ha ejercido el experimentado político Arturo?

¿Lo recibido en tu formación corresponde a lo alcanzado en este tiempo que has gobernado Tabasco?

Prometiste llamar a los mejores a colaborar contigo en el gobierno de Tabasco ¿lo hiciste? ¿te acompañan los mejores? Te preguntaba en aquel entonces. Y continuaba…

¿Has sido tan buen amigo de tus amigos como buen gobernante de los tabasqueños?

¿Has ayudado más a tus amigos o a tus gobernados?

¿Arturo, tú que te conoces muy bien al político, Te pedirías más de lo que has dado como Gobernador?, ¿qué tanto más?, ¿o has gobernado a tope? ¿no tienes más que pedirte?

¿Eso era todo?

¿Te estás quedando a deber como político, y como escritor de tu propia biografía, así es como la imaginaste? ¿cómo rematarás esta etapa de tu vida política, la de gobernador en la mencionada biografía?

Prometiste dos años de recuperación del daño recibido, dos más de estabilización y los últimos dos de consolidación y despegue de proyectos. ¿Se cumplieron las dos primeras etapas? ¿Ya estamos en la tercera? También te cuestionaba.

¿Votarías de nuevo por ti para gobernar Tabasco?

¿Si hipotéticamente la vida te diera la oportunidad de volver a Gobernar el estado, lo harías de la misma forma?

¿Elegirías a los mismos para que te acompañaran en esta sublime labor de servicio al pueblo?

¿Crees realmente que tus colaboradores están cabalmente sirviendo al pueblo que te eligió o se están sirviendo ellos?

¿Seguro que ninguno de tus funcionarios te está complicando la existencia y poniendo en peligro tu futuro tu solvencia moral y tu libertad?

Cuando te he mencionado en el programa o en lo particular corruptelas y malos manejos de algunos de tus funcionarios, ¿los has investigado a fondo?

Y en aquella carta te pedí:

Arturo, no me respondas nada, solo toma estas preguntas y guárdalas para que tu Pepe Grillo las responda asertiva y reveladoramente para ti mismo.

También te decía que: “El pretexto es el arma de los incompetentes, es la herramienta de los mediocres, es el sostén de los incapaces, la puerta de escape de los ineptos, el atuendo de los inútiles”

Aquella carta la rematé diciendo:

Seguro al terminar, tú y tu familia y muchos de tus colaboradores, se irán de Tabasco, deseo les vaya bien.

Yo aquí me quedo con los míos, de la misma manera que desde hace 59 años (Ahora 61) aquí disfrutando mi querido Tabasco, su gente, su folklor, sus sabores y colores y calores y también sufriendo a sus políticos que llegan a gobernarnos en medio de aplausos, porras, alegría y promesas y se van en medio de insultos, acusaciones, desprestigio, dinero y a veces cárcel o la huida.

Querido Arturo: “No hay mejor manjar que se pueda saborear que la satisfacción de ser absueltos por la propia conciencia a la que no se puede engañar”. Hasta ahí la cita.

Hoy se que todo siguió igual y peor, hoy se que el naufragio ya se presentó, hoy se que tu gobierno ha causado el llanto, la tristeza, la desolación, la desesperación e impotencia de la mayoría de los tabasqueños, hoy se que Tabasco es un desastre, que falta todo, que tu serías el primer agradecido de que ya se terminara tu “gobierno”.

Hoy Arturo, todos tendremos que remar contracorriente, y no desde el principio, sino más al fondo de donde han dejado ustedes enterrado a este pobre rico estado.

Qué pena.

La esperanza es lo único que nos queda, la esperanza y nuestra creatividad, ingenio y el espíritu indomable del tabasqueño que una y otra vez se sobrepone al daño para poder salir adelante.

Arturo, no te guardo rencor y deseo que adonde vayas a donde estés, analices lo que ha pasado en estos seis años y te sirva de lección para no volver a cometer los mismos errores, re inventarte, reescribe tu historia, me apena lo que dejas atrás, pero todavía puedes ser resiliente y hacer cosas buenas y positivas por los demás y claro por ti mismo.

Solo me queda desearte a ti y los que se van contigo que les vaya a como se portaron.