No sufras las vacaciones de Navidad, disfrútalas con tu familia

No sufras las vacaciones de Navidad, disfrútalas con tu familia
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Las vacaciones de Navidad pueden ser una fuente de conflictos individuales y familiares para muchas personas. Cada ser humano vive la Navidad de forma muy diferente, dependiendo de su religión, cultura, antecedentes familiares, etc. Este año, además, con la incertidumbre económica actual, algunos problemas pueden agudizarse.

Las familias están realizando recortes en sus gastos, los trabajadores están preocupados por la seguridad laboral y el desempleo, por los recortes sociales, educativos, sanitarios, etc. Tales preocupaciones son una fuente añadida de estrés. Si habitualmente experimentas tensión en otras áreas de tu vida, la temporada navideña puede ser un factor añadido que puede aumentar tu ansiedad. Sin embargo, las vacaciones también pueden ser una oportunidad para mejorar tu bienestar psicológico.


CONFLICTOS HABITUALES DURANTE LA NAVIDAD:

• Tensiones en la pareja. Al pasar más tiempo con la persona con la que se convive, es más probable que aparezcan roces y disparidades.
• Rivalidades familiares. Los principales problemas de la Navidad están relacionados con la familia. Pueden desenterrarse fantasmas del pasado, cuestiones que parecían olvidadas vuelven a revivir, debido a la gran carga emocional que supone reunirse con los familiares: herencias, enfrentamientos entre hermanos, cuidado de ascendientes, pensiones de jubilación, desavenencias, etc.
• Organización de los festejos. Debido al carácter familiar de estas fiestas, un motivo de disputa habitual es en qué lugar celebrar las fiestas: en el domicilio familiar de un miembro de la pareja o de otro, en familia o de vacaciones, en el pueblo o en la ciudad, a quién invitar, qué regalos hacer, etc.
• Cuestiones personales. La falta de dinero; la ruptura amorosa y la soledad, son generadoras de estrés y de conflicto ya sea de índole personal o social.
• La silla vacía. El dolor por la pérdida de algún ser querido se agudiza en esta época. Se toma conciencia de que la estancia en el mundo es temporal, de que el año, por muy largo se acaba. Terminar un año supone, de alguna forma, enfrentarse a la finitud de la vida. La depresión inicia o aumenta lo mismo que la angustia o la ansiedad.


DEBEMOS BUSCAR ALTERNATIVAS PARA CONVIVIR SOCIALMENTE Y EN FAMILIA

Podemos aprovechar esta época para limar asperezas, para hacer un análisis de los logros obtenidos como metas propuestas en este año que se va, para hacer ejercicio, para cocinar, para arreglar nuestras casas con motivos navideños y en especial para leer y motivar a este hábito con libros especiales de temporada.

EL BENEFICIO DE LEER CUENTOS DE NAVIDAD

Muchos padres tienen el hábito de la lectura porque de pequeños su padre o su madre leían, compartían con ellos lecturas y los pequeños recibían como regalo de ellos un libro. Así consiguieron que la lectura fuese un momento atractivo del día. Por eso, es importante que ahora los padres, al igual que hicieron con ellos, dediquen unos minutos para leer con sus hijos e introducirles en el mundo de la lectura. Recuerdas momentos de tu padre o madre leyéndote un cuento? La Navidad es una época que invita a la reflexión, a la lectura de historias, cuentos y también de temas religiosos relacionados con el nacimiento del niño Jesús.

La lectura es un medio para que los niños aprendan nuevo vocabulario, ayuda a que expresen sus emociones más fácilmente, también a entender conceptos morales como el bien y el mal. La lectura a través de los cuentos infantiles hace que esta actividad se convierta en un hábito desde que los niños son pequeños, una meta en la que los padres tendrán un papel fundamental. En muchos hogares y debido a los videojuegos y al tiempo que todos dedican a los aparatos electrónicos, han dificultado o quitado el hábito de contar cuentos a los pequeños. Al parecer esa práctica quedó en el pasado, allá con nuestros padres y abuelos.

Los padres estamos tan ocupados y llenos de tareas que no nos queda tiempo para nuestros hijos, tampoco para leerles un cuento antes de dormir. El leerle un cuento a nuestros hijos todas las noches es más que una simple actividad para arrullarlos, puede beneficiarles de manera importante tanto a ellos como a nosotros. Al leerle estimulas su lenguaje e imaginación, te relajas y lo relajas, además se establecen unos lazos más fuertes entre ambos.

Debemos fomentar la lectura desde pequeños. El interés por la lectura se debe convertir en un hábito, para ello, es necesario inculcar al niño la costumbre de leer, y si es posible, hacerlo de manera constante, siempre a la misma hora y como parte de su día a día.

Este hábito es posible inculcarlo en la vida de los niños, incluso en los más pequeños. Actualmente, existen libros para todas las edades que permitirán a los padres despertar en sus hijos, el gusto por la lectura. Los niños entre uno y tres años aún no son capaces de seguir el hilo de una historia, pero los estímulos visuales como los dibujos, los colores o el simple hecho de pasar las páginas o señalar les va llamado la atención, se va centrando su interés e introducen de paso nuevas palabras en su vocabulario.

Tomemos en cuenta que partir de los cuatro años, los niños son capaces de centrar su atención durante más tiempo y van entendiendo, poco a poco, el argumento de una breve y sencilla historia. Luego comenzarán a leer en la escuela, por eso, es importante que antes sean capaces de reconocer ciertas letras o dar sentido a las historias que escuchan, ésta será una forma sencilla de facilitarle en un futuro inmediato la comprensión y expresión que más tarde desarrollarán en la escuela. Los pequeños siempre recordarán a sus padres por convertir este hábito en un placer. Para el menor será fundamental ya que en el momento en que comience a leer en clase, lo hará con interés, olvidándose de que es una fase más en su aprendizaje.


ALGUNOS BENEFICIOS DE CONTAR CUENTOS A LOS NIÑOS:

1. Se dedican un tiempo padres e hijos. Leer puede convertirse en una buena excusa para pasar un buen rato con tu hijo. Transmitirle el interés por leer va a depender del tiempo que fomenten juntos la lectura, puede ser una acertada manera de divertirse y además una excelente manera de que aprenda valores, anécdotas, cosas nuevas y de que a través de un libro, se las enseñes.

2. Le puedes ayudar en el manejo de sus emociones. A través de los personajes, los niños pueden descubrir las diferentes maneras que existen para resolver situaciones. La manera en que los personajes se enfrentan a los problemas le servirá de ejemplo para resolver sus propios problemas. Además, los protagonistas de los cuentos son por lo general ejemplos de conducta que guiarán al niño correctamente a la hora de solucionar algún problema o tomar una decisión. También será una buena manera de comenzar a entender a los demás, que se ponga en el lugar del otro, que descubra que aquello que él piensa o siente también les sucede al resto, y que existe una forma de enfrentarse a sentimientos como el miedo, la envidia o la tristeza.

3. Es una sencilla forma de explicar al niño conceptos morales. El bien y el mal suele ser el argumento principal de cualquier cuento. A veces, para un padre es complicado explicarle estos conceptos al niño o hacerlo de una manera que el niño lo entienda, y lo que es más importante, recuerde más adelante, y sea capaz de aplicarlo en situaciones futuras. Por eso, el papel de buenos y malos que desempeñan los protagonistas de los cuentos, con los que los niños se sienten identificados normalmente, serán la clave para que ellos entiendan la diferencia entre lo que está mal y bien, asociando además los prototipos del héroe al bien y el villano al mal.

4. Les enseñas los valores. La fortaleza, la generosidad, la paciencia, son algunos de los valores que se pueden transmitir en un cuento. La presencia de moralejas en los cuentos ayudan al niño a aprender normalmente un valor que quizá ya conocía pero que no se lo habían mostrado a través de un ejemplo o la conducta de un personaje con el que él se identifica, así, los cuentos se transforman en la plataforma más eficaz para el aprendizaje de los valores que el niño puede incorporar en su día a día.

5. Los cuentos estimulan la imaginación. Son una ventana a la imaginación, una oportunidad para que el niño cree a partir de lo que escucha y lo que lee. Un cuento le da a un niño la oportunidad de empezar de cero e inventar los escenarios, la fisonomía de los personajes e incluso a pensar como hubiera sido un final alternativo más su gusto. Éste será un buen ejercicio para estimular su imaginación y fomentar su creatividad.

6. Ayudan al desarrollo de la atención y la memoria. En el momento en que el niño está dedicado a la lectura, intenta centrar su atención en lo que escucha y en lo que lee, siempre y cuando la historia haya conseguido atraerle. En ese caso, el niño querrá saber cómo continúa la historia, qué ocurre con los personajes y cuál será el final. Además, la lectura continuada, un día tras otro, siguiendo una historia, hará que el niño intente recordar cada día el punto en el que se quedó la historia el día anterior, ayudando a desarrollar así su memoria.

PSIC. SARA CAMPOS CHAVOLLA
AV. GREGORIO MENDEZ #1110 TORRE MEDICA 2° PISO
TEL: 3-14-11-78 CEL: 9931920934





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