'Huachicoleo', grandes cambios, requieren grandes sacrificios

 
La solidaridad y el replanteamiento de contrato social entre gobierno y sociedad están en marcha. La gente en México votó por un cambio y nadie tiene duda que ese cambio está sucediendo. En muy pocas semanas, las cosas han tomado un rumbo distinto, pacífico, disruptivo, pero con mucho fondo.

Dos profundas decisiones por su impacto económico y por el mensaje implícito que llevan son, la ya consumada cancelación del aeropuerto de Texcoco y la recién puesta en marcha estrategia contra el robo de combustible. Vaya impacto ha causado la estrategia contra el “huachicoleo” en todos los sentidos; el primero que hay que destacar es el económico, según una publicación oficial del Director de PEMEX, el Ing. Octavio Romero Oropeza, con el control de 122 ductos de gasolina, se ha reducido en robo en un 88%, la contraparte indica que este golpe al mercado ilegal ha provocado un incremento en las ventas de PEMEX de un 16%, más de 100 mil barriles de combustible por día.

Por otro lado, hay que reconocer que la información es diversa y desde muchas aristas, sin embargo, la diálogo abierto por parte del Presidente de México, el Lic. Andrés Manuel López Obrador, ha encontrado receptividad en la sociedad. Según la publicación de una encuesta de Consulta Mitofsky, más del 56 por ciento de la población considera la estrategia como correcta y el 50 por ciento opina en lo general que se deben apoyar medidas de este tipo. Hay otros sondeos incluso donde alrededor del 70% apoya medidas como esta, sosteniendo que son necesarias para corregir de fondo.

Recientemente organismos internacionales como la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), en voz de su Secretaria Ejecutiva, Alicia Barcena han opinado que aún con los inconvenientes que se han presentado se mantienen una alta aceptación a la medida tomada por el gobierno mexicano. De la mano de la observancia de los organismos internacionales,también los mercados están aprendiendo a leer a este nuevo gobierno y a comportarse con menor discordancia ante ciertas decisiones.

Quién pensaría que en plena estrategia contra el robo de combustible y con la efervescencia de los efectos, los mercados estén serenos y el tipo de cambio peso/dólar no enfrente mayor volatilidad; por el contrario en estos días el peso ha resultado la moneda emergente más sólida. En ese sentido los mexicanos no podemos quedarnos en el medio de la nada, si el cambio que por tantos años se pretendió ya está en marcha, lo deseable es concretar los procesos iniciados para ver los resultados en el corto y mediano plazo.