“Vengo a amplificar el grito de paz”, dice Francisco en Kazajistán

Destaca proceso de democratización y renuncia a armamentos nucleares

Al igual que lo hiciera el Papa San Juan Pablo II en el 2001 tras los atentados a las Torres Gemelas, el Papa Francisco dijo que acudía a Kazajistán, previo a su trigésimo aniversario de independencia, para amplificar el grito de paz mundial.

Desde el Palacio Presidencial, durante su primer encuentro de este Viaje Apostólico a Kazajistán, con representantes de la sociedad civil y el cuerpo diplomático, el Sumo Pontífice consideró que este país de Asia central, se configura como encrucijada de importantes intersecciones geopolíticas.

Aunado a lo anterior, el Santo Padre aseveró que es necesario extender el compromiso diplomático a favor del diálogo y el encuentro y enfatizó que es la hora de evitar la intensificación de rivalidades y el fortalecimiento de bloques contrapuestos.

En este contexto, destacó que Kazajistán haya renunciado a los armamentos nucleares.

“Pensando precisamente en el compromiso global por la paz, expreso mi gran estima por la renuncia a los armamentos nucleares que este país ha emprendido con decisión; así como por el desarrollo de políticas energéticas y ambientales centradas en la descarbonización y la inversión en fuentes renovables, que la exposición internacional de cinco años atrás puso de relieve”, dijo.

Por otra parte, el Sumo Pontífice también se refirió al proceso de democratización que se ha iniciado en Kazajistán, para reforzar las competencias del Parlamento y las autoridades locales, a fin de generar una mejor distribución del poder.

Agregó que este es el camino, que no es breve, pero que requiere proseguir hacia la meta, para evitar los extremismos y populismos.

“Y también -todos los países del mundo lo necesitan- medidas para luchar contra la corrupción. Este estilo político realmente democrático es la respuesta más eficaz a posibles extremismos, personalismos y populismos, que amenazan la estabilidad y el bienestar de los pueblos”, manifestó.

Para este miércoles, de acuerdo a la agenda papal, el líder católico participará en la Oración en Silencio de los líderes religiosos, durante la apertura y sesión plenaria del VII Congreso de Líderes de Religiones Mundiales y Tradicionales.

Posteriormente, por la tarde, oficiará una misa en la Plaza de la Expo, la cual será la única celebración eucarística pública durante este viaje apostólico.