Emiten autoridades turcas, 110 órdenes de aprehensión contra constructores por negligencia en obras

Se estableció una unidad especial para investigar posibles negligencias

El Ministerio de Justicia de Turquía informó que se han dictado más de 110 órdenes de aprehensión y que la Fiscalía de este país, estableció una unidad especial para investigar posibles negligencias en los edificios derrumbados por el terremoto.

Y es que son poco más de 6 mil edificios los que colapsaron en Turquía y la cifra global de muertos ya supera los 33 mil (29 mil 605 en ese país y otros 3 mil 575 en Siria) lo que genera dudas sobre si la tragedia pudo haber sido menor en caso de aplicarse criterios de construcción más estrictos.

El sábado al menos a 14 personas fueron arrestados, entre ellos se incluían constructores, que pudieran tener alguna responsabilidad tras el derrumbe de edificios en las provincias de Gaziantep y Sanliurfa. 

Tan sólo el pasado viernes la policía detuvo en un aeropuerto de Estambul, cuando intentaba huir a Montenegro, a un constructor turco de un exclusivo edificio residencial que se derrumbó con más de cien personas en su interior en la provincia de Hatay.

Renaissance Residence era uno de los edificios más exclusivos de la región, se construyó en 2013 y se publicitó con anuncios que definían sus departamentos como “una imagen del paraíso”. También se aseguraba que se habían levantado bajo los criterios más estrictos de calidad y seguridad.

Asimismo, se ha ordenado detener a 33 personas en Diyarbakir por negligencia al eliminar pilares para ganar espacio en viviendas de otros edificios, lo que afectó su resistencia estructural.

Cabe señalar que, en las 10 provincias afectadas, de un tamaño mayor a un país como Portugal, vivían unos 13 millones de personas y, según datos oficiales, un millón ha perdido sus casas, ya sea porque se derrumbaron o quedaron inhabitables.

Las autoridades han reportado que el último rescate exitoso en Turquía ha sido este domingo, cuando una profesora de 32 años fue liberada de los escombros tras 142 horas; así como un bebé de siete meses que estuvo 140 horas bajo un edificio de seis pisos.