La crisis económica global es una realidad y aún no es posible vislumbrar el final

Foto: romanakr en Pixabay

 

Contando con un panorama prematuro de la pandemia, contemplando como el virus transitaba de Asia a Europa y que para América parecía aún lejano, nos atrevimos a pronosticar con base a las noticias, la velocidad del contagio y la capacidad del virus para paralizar a la sociedad, que era posible que estuviese por vivir la crisis sanitaria y económica, más profunda en la historia moderna del planeta. En ese momento parecía muy temprano, sin embargo, las decisiones que se estaban tomando en China, las afectaciones que se comenzaban a ver en Europa (básicamente en Italia, Francia, España y Alemania), hacían pensar que si la propagación se hacía global estaríamos enfrentando la peor crisis, desde la presentada en 1929 pasando por la Primera y Segunda Guerra Mundial, así como la crisis del petróleo en tiempos recientes. 

Con base a los resultados obtenidos y dados a conocer, respecto de las tasas de crecimiento (negativo) del Producto Interno Bruto (PIB) del segundo trimestre del año, ya no hay duda que estamos inmersos en la peor crisis de la época moderna de la humanidad, esto ya no sorprende a nadie. Comentemos en la frialdad de los números, que no dejan de ser alarmantes, los resultados son peor de lo esperado, España (-22.1%), Francia (-19%), México (-18.9), Italia (-17.3), Eurozona (-15%)

Dados los números reales, parece incluso conservador el pronóstico de la caída de la economía para 2020, que se prevé de la siguiente manera: Argentina (-11.1%); España (-10.8%); Italia (-10.6%); Francia (-10.2%) y México (-8.8 %) datos que hace ver que lo pronosticado en ese momento, se ha convertido en una realidad. En algunos casos, el dato de la caída de la economía es el peor en la historia de los registros individuales de varios países.

Se han generado una serie de debates al intuir el fin de la pandemia, se ha convertido en algo muy teórico, muchos hacen mención que se presenta una crisis con representación en forma de V y no de U, tratando de encontrar en la ciencia una explicación a esta terrible realidad.

Sin embargo, aun cumpliendo con ciertas características que le permitiesen al mercado reactivarse lo más pronto posible, a pesar de no contar con ninguna perdida en la infraestructura ni en los bienes de producción, la recuperación no pude ser de manera inmediata. Estando tanto tiempo en confinamiento ha generado una reducción drástica en los ingresos de las familias, empresas que ya no volverán a abrir, lo que evitará tener un crecimiento acelerado en la economía. 

Por otra parte, el desplome en la economía ha sido de manera tan drástica, que llevara algunos años para tener los mismos niveles de producción que se tenía previamente, es decir, una caída en la economía del 15% significa, que en una economía que crece un 3% le costara 5 años para poder alcanzar su nivel promedio antes de la pandemia. Se vive una crisis con incertidumbre donde las personas que no tienen un trabajo aún no tienen la claridad de saber cuándo y dónde trabajaran después.