La posible reelección de Donald Trump en el ojo del huracán

Foto: @WhiteHouse

 

Todos los países del mundo tienen que recorrer un largo camino para alcanzar cifras positivas en la recuperación económica 2021-2022. Estados Unidos se encuentra bajo la mira de los principales líderes mundiales, con la incertidumbre de predecir, cuál será el rumbo que tomará la aun principal potencia económica mundial. 

Los sondeos realizados por diversas organizaciones muestran un panorama poco favorable para el presidente de los Estados Unidos, generando dudas en su posible reelección. Sin embargo, el Presidente Trump se muestra tranquilo ante los resultados y asegura que las encuestas son igual de falaces que las realizadas en la elección del 2016, datos que lo ubicaban por debajo de su entonces contrincante la demócrata Hillary Clinton.

En la elección del  2016, es preciso recordar que Trump no despertaba una especial simpatía que permitiera considerarle como un candidato fuerte en ese entonces, sin embargo, logro no solo la candidatura, sino que a la postre en una cerrada elección se convirtió en el presidente de los Estados Unidos. Es preciso destacar que fue el esquema electoral de los Estados Unidos, y no el voto popular lo que le permitió a Donald Trump hacerse con el triunfo, pues tuvo aproximadamente 2.8 millones (3%) de votos menos que Hillary Clinton.  

Donald Trump promueve un llamado mercantilista y exhibe un Estados Unidos quejumbroso, con la idea de que el resto del mundo abusa comercialmente del país norteamericano; bajo esta premisa desde el inicio de su mandato ha adoptado políticas proteccionistas, aumentando aranceles, renegociando acuerdos comerciales con el resto del mundo, (desde luego incluye a México), incrementando las tensiones de una guerra comercial con China y recientemente con la Unión Europea.

Por otro lado se encuentra el candidato demócrata Joe Biden, con un plan económico basado en un nacionalismo proactivo, bajo la premisa de no negociar políticamente lo que debe construir económicamente. Es decir, en lugar de buscar culpables ante un sistema globalizado se pretende redirigir el rumbo, incentivando un Estados Unidos más productivo, competitivo y amigable con el medio ambiente. 

Se presentan dos posiciones antagónicas interesantes. Trump que apuesta al protección o el neoproteccionismo, es decir, si no es a la buena es por la malas, y si esto no funciona, entonces se hará a la fuerza, pero consolidando un Estados Unidos por decreto u obligado, hegemónico. En cambio Joe Biden menciona, “tenemos que ser fuertes en el mercado de la libre competencia y la globalización”, dirigir nuestros esfuerzos, factores productivos, capacidades tecnológicas y de investigación, para desarrollar innovación que permita reposicionar y mantener la hegemonía.

Por último se menciona las implicaciones que podría tener México, se critica la visita del presidente Andrés Manuel a la casa blanca, reiterando en diversas ocasiones un disgusto por parte de los Demócratas que traerá problemas si Donald Trump no llega a ganar las siguientes elecciones. Partiendo que se llevó a cabo una visita institucional, sin ningún carácter de beneficio, sin ser mesurados, en decir, no importa quien gane, México tiene que hacer lo que le corresponda hacer, tiene como hecho lidiar con Estados Unidos, sin importar quien este en el poder.