Preside Papa Francisco Viacrucis desde Plaza de San Pedro; reflexiones fueron hechas por niños y jóvenes
Por segundo año consecutivo, el Papa Francisco encabezó el Víacrucis desde la Plaza de San Pedro y no desde el Coliseo Romano, como tradicionalmente se hacía, pero en esta ocasión, con un reducido número de feligreses y sacerdotes, debido a las restricciones que hay en Italia, por la pandemia del COVID-19.
Las reflexiones del camino de Jesús a la Cruz, fueron elaboradas por niños y jóvenes de un grupo de scouts de la región italiana de Umbría y la parroquia romana Santos Mártires de Uganda, que hacen catequesis para y con personas con discapacidad.
El Vía Crucis se inició con la siguiente oración, que refleja los sentimientos, miedos y tristezas de los niños, que algunos casos, son explotados y obligados a ir a la guerra o les cuesta trabajo confiar un secreto, o que sufren burlas por no hablar o pensar rápido.
A lo largo de las 14 estaciones, en la transmisión del Vaticano, se proyectaron dibujos de estos que representaban cada escena, mientras los niños acompañados por religiosas, sacerdotes y adultos, iban avanzando desde el obelisco de la Plaza de San Pedro hasta el altar donde estaba el Papa Francisco.
El trayecto del Víacrucis fue iluminado con velas, y al llegar a la catorceava estación, el Papa Francisco sostuvo la Cruz durante la meditación y concluyó este recorrido con las siguientes palabras:
“Señor, Padre bueno, también este año hemos hecho memoria del Vía Crucis de tu Hijo Jesús, y lo hemos hecho con las voces y las oraciones de los niños, que Tú mismo has indicado como ejemplo para entrar en tu reino. Ayúdanos a ser como ellos, pequeños, necesitados de todo, abiertos a la vida. Haz que volvamos a adquirir la pureza de la mirada y del corazón”, expresó.
Al finalizar el Vía Crucis, el Papa Francisco bendijo a los niños del mundo, al igual que a sus padres y tutores, y ya cuando se retiraba del altar, cuatro niños se le acercaron para saludar al Sumo Pontífice, quien correspondió a dicho gesto.