Trump encaminado para continuar al frente de los Estados Unidos

Quedó atrás el amago de la oposición demócrata y finalmente todo el esfuerzo por enjuiciar al Presidente de los Estados Unidos, se redujo a un intento fallido, que acabó por fortalecerlo políticamente. A unos días de la cancelación del “impeachment”, Trump tiene en sus manos las pedradas políticas que le fueron lanzadas, mismas que no le dieron y ahora le permiten tener un discurso victimizado y revanchista; es de obviar que esta situación toma relevancia de cara al próximo proceso electoral en el que buscará la reelección al frente del gobierno de los Estados Unidos.

El electorado estadounidense tiene a Trump en un 49% de popularidad (relativamente baja), sin embargo, es el mejor momento desde que llegará a la Casa Blanca y le llega justo en el año electoral. Diversos analistas comentan, que a estas alturas conserva gran parte del apoyo del electorado que lo llevó a la presidencia y hay un sector de electores que aunque moderadamente empiezan a reconocer sus “éxitos” como Presidente y se muestran más identificados con su discurso. Desde su triunfo tan polémico y para muchos inesperado, lo que resultó irrefutable, es que la personalidad y el discurso de Trump si representaba los sentimientos de grupos de norteamericanos tradicionalistas y conservadores, pero que forman parte de la idiosincrasia estadounidense.

Finalmente, es justo reconocer que ver a Trump al frente de la nación más poderosa del mundo, es en buena medida producto de la crisis económica de 2008, que ha tenido resonancia por más de una década. El discurso de conservar la hegemonía, recuperar la grandeza, mirar hacia adentro, hablarle a la clase trabajadora, dirigirse a aquellas regiones de los Estados Unidos menos favorecidas con la globalización, fue en mucho parte del éxito. Donald Trump es justo lo que representa, la egolatría de la sociedad norteamericana, que justamente dio origen al antiamericanismo en el resto del mundo.