Buenas noticias para la industria energética

La política energética empieza a dar frutos. PEMEX durante el 2019 se vio afectada por varios factores, como el desabasto de gasolinas (combate al huachicol y corrupción), la incertidumbre comercial entre Estados Unidos y China, así como dificultades para aprobar el acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), temas que se seguirán trabajando para originar las condiciones más óptimas en la productividad. Queda claro que para extraer mayor cantidad de petróleo no es necesario privatizar a la Empresa Productiva del Estado. 

El añejo anhelo de conservar la tutoría estatal de los recursos petroleros del presidente se está cumpliendo con cabalidad.  En ese sentido la estrategia de promover la “soberanía energética”, que se ha perdido con el paso de los años con las administraciones anteriores es una realidad. A pesar de los inconvenientes y las resistencias, México deberá en los próximos años generar mayor capacidad de producción de energía. 

Sin embargo, Petróleos Mexicanos se ha ido fortaleciendo, comenzando el año con un incremento en su producción petrolera, al mismo modo elevando la producción de gasolina durante el mes de enero de 2020 manifestando su nivel más alto desde febrero de 2019. 

Sin embargo, en el primer mes del año, la producción de gasolinas de PEMEX registró un aumento de 29.7% respecto al mismo mes de 2019, al ubicarse en 198,700 barriles diarios. Según datos de la empresa productiva, esto representó un incremento de 45,600 barriles respecto a enero del año pasado.

Asimismo esta actuación promovió la exportación, enviando al extranjero un millón 260 mil barriles al día en enero. Se trata de la cifra más alta desde febrero de 2019, cuando reportó un millón 475 mil barriles diarios. Los envíos aumentaron principalmente a América del Norte esencialmente a Estados Unidos en 30 por ciento y en 27 por ciento a Europa.

La política energética es considerada por el presidente López Obrador como una prioridad nacional y no es para menos; en los últimos años hemos perdido soberanía energética ante los Estados Unidos. Por tal motivo, incrementa la producción de crudo y posteriormente de la gasolina (con la construcción de la nueva refinería de Dos Bocas), debe de poner a México en una posición más competitiva de cara al futuro.