Naciones sólidas, contra el histórico fracaso el modelo económico

 

“Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”; menciona el Benemérito de las Américas. El Presidente Andrés Manuel ha insistido cuando se le ha cuestionado respecto a lo que sucede en otras latitudes como en América Latina, o en asuntos internos de los Estados Unidos. Él ha sido  enfático en respetar la agenda política interna de cada una de las naciones.  En ese sentido, esta postura le ha permitido manejarse con solvencia en el terreno diplomático. Se ha respetado las circunstancias para acrecentar y hacer solido la relación internacional de México con el resto del mundo 

En el caso particular de los Estados Unidos, desde la toma de protesta del actual Presidente, se lanzó un discurso que no tuvo la resonancia y el análisis suficiente. Es el primer presidente que exige en un falso debate a los Estados Unidos un respeto absoluto a los derechos humanos y a la migración, sin antes asumir la responsabilidad de la emigración de México hacia los Estados unidos que está basada y fincada en un histórico fracaso del modelo económico.

Las bajas tasas de crecimiento económico, crisis recurrentes, desigualdad, corrupción y la falta oportunidades han sido caldo de cultivo para que la migración de México hacia los Estados Unidos haya venido presentándose. Desde los años noventa y hasta la fecha, México depende de manera importante de las transferencias unilaterales (remesas) que hacen los paisanos desde suelo norteamericano. 

Recientemente se ha ganado notoriedad, han estado en comunicación vía telefónica y la conclusión en lo general son bastante positivos. Hay entendimiento, el Presidente de México ha reiterado que Estados Unidos no es quien debe resolver el tema migratorio.  Debe de ser México mediante la promoción del crecimiento, el desarrollo económico, abatimiento de la desigualdad y la creación de oportunidades como debe de irse matizando esta migración en busca de oportunidades hacia el suelo norteamericano.

Un discurso de esta índole es de reconocerse, es ameno a los oídos de los ciudadanos, instituciones y del Presidente Jonh Biden, la aceptación explícita de la responsabilidad y de los niveles de colaboración que pretende tener México con los Estados Unidos. Es fundamental no saltar todos los pasos históricos, ni la responsabilidad interna del modelo y de la economía nacional para pretender exigir que sea Estados Unidos quien genere las oportunidades para nuestros compatriotas. 

Por supuesto que, hay que dimensionar la postura del Presidente. La relación con los Estados Unidos no es algo que se pueda resolver en el corto plazo, sin embargo, es fundamental que haya un reconocimiento holístico del problema, para que luego las soluciones se busquen desde una óptica de inclusión y de acuerdos colaborativos donde ambas naciones salgan beneficiadas.