Para muchas mujeres el hogar es un campo de guerra: Iglesia Católica rechaza violencia intrafamiliar

Lamentó que algunas mujeres “encuentran la muerte a consecuencia de brutales golpizas”

La Iglesia Católica rechazó la violencia intrafamiliar, al afirmar que, para muchas mujeres, “el hogar es un campo de guerra”.

A través de la edición semanal de la revista ‘Desde la Fe’, lamentó que algunas mujeres “encuentran la muerte a consecuencia de brutales golpizas”.

La Arquidiócesis de México expresó la preocupación ante datos como el del Instituto Nacional de Salud Pública y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, que señalan que “sólo 3 de cada 10 niños son educados en un entorno libre de violencia. Es decir, que el 70% de los niños en México viven bajo algún tipo de violencia física, psicológica o simbólica”.

En ese sentido, calificó como “alarmante” el número de mujeres que son golpeadas dentro del hogar, al indicar que son ellas “las principales víctimas de violencia intrafamiliar con el 70.7% de los casos, según datos del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia”.

“(…) para muchas mujeres, el hogar es más bien un campo de guerra donde sufren graves heridas de toda índole, donde es más fácil cometer suicidio como aparente salida ante su dolor, y donde lamentablemente algunas encuentran la muerte como consecuencia de las brutales golpizas que les propinan sus parejas”, sentenció.

La Iglesia Católica dijo que la violencia intrafamiliar es un fenómeno “sumamente complejo”, cuya solución “requiere múltiples enfoques y un trabajo interdisciplinar y conjunto por parte de diversos órganos sociales, políticos y religiosos”.

Por ello, llamó a “comenzar por cultivar en el hogar el respeto de unos por otros, el amor, el diálogo, la reconciliación y el manejo adecuado de los conflictos”.

También exhortó que, como sociedad, se cuiden las familias; se denuncie a las personas y situaciones que favorecen el desarrollo del problema; se motive el replanteamiento de la educación, y se exija la impartición de justicia, la custodia de los derechos humanos, y la atención subsidiaria y solidaria a las víctimas.