Si no hubiera muerto, Juárez se hubiera eternizado en el poder: escritor

 

Benito Juárez no supo retirarse a tiempo de la vida política del país, y si no hubiera muerto, pudo haber pretendido eternizarse en el poder, como lo hizo Porfirio Díaz por 35 años, afirmó el escritor Pedro J. Fernández.

Durante el programa A Fondo con Chuy Sibilla, el autor del libro “Querido Don Benito, el amor que salvó a la patria”, señaló que el llamado “Benemérito de las Américas” fallece entre acusaciones de ser dictador, pese a que históricamente es recordado por sus aportaciones a la vida democrática de México.

Fernández indicó que Juárez pudo convertirse en “el villano de la historia”, toda vez que se sentía indispensable, tras la segunda intervención extranjera y “aunque quizás lo fue en los primeros años posguerra, luego fue perdiendo popularidad”.

El escritor nacido en Ciudad de México y también autor de “Soy Malintzin”, señaló que fue su etapa de estudiante en el Instituto de Artes y Ciencias, la que moldeó a Benito Juárez en su ideología liberal.

Recordó que sufrió dos exilios y aunque Juárez y Díaz habían sido amigos, luego se pelean por el poder.

“La falta de reconocimiento a la parte militar durante el segundo imperio sí le pesó mucho, perdió popularidad, porque al final los militares se volvieron muy populares después de la guerra y Benito Juárez les hacia el feo públicamente. La parte encarnizada contra la Iglesia Católica, obviamente sí era necesaria la separación de la Iglesia y el Estado, pero una de las cosas que le reclama Margarita es que la Iglesia se encargaba de cosas fundamentales en el país, como eran los orfanatos, atendía a las viudas de la guerra”, dijo.

Pedro J. Fernández expuso que, junto a Margarita Maza, conforma una de las parejas más firmes, situación que narra en su obra, donde plasma que Margarita Maza no vivió a la sombra de Benito Juárez, sino al contrario, jugó un papel diplomático fundamental en Estados Unidos, donde tuvo que refugiarse tras la invasión de las tropas francesas en 1863.