Con Aroma de Mujer 23 de Noviembre

Mujeres Revolucionarias.

Hermila Galindo Acosta

 

 

Nació el 29 de mayo de 1896, en Lerdo, Durango. Realizó sus estudios en Durango y Chihuahua, en 1909 tomó la versión taquigráfica del discurso antiporfirista del abogado coahuilense Francisco Martínez Ortiz. Desde 1911 radicó en la ciudad de México. En 1913 se adhirió al constitucionalismo. En 1914, tras la caída de Huerta, fue nombrada oradora del Club Abraham González. Pronunció un discurso de bienvenida al primer jefe en el que trazó un paralelo entre Carranza y Juárez. Se unió al gobierno carrancista desde la instalación de éste en Veracruz, realizando para él campañas de propaganda, en la prensa y la tribuna, así como fundando clubes revolucionarios en los estados.

 

 

Elvia Carrillo Puerto

Fue una lideresa feminista y sufragista mexicana, nacida en Motul, Yucatán, el año de1881 y fallecida en la ciudad de México en 1967. Luchadora social cuyo activismo le ganó el mote de Monja Roja del Mayab, fue miembro del Partido Socialista del Sureste  y hermana menor del caudillo yucateco Felipe Carrillo Puerto, quien fue gobernador de Yucatán de 1922 a 1924. 

Fue electa diputada en el Congreso de Yucatán en el año de 1923.  Así, se convirtió en la primera mujer mexicana en asumir ese cargo de representación popular, cuando las mujeres en México aún carecían del derecho de voto, derecho por el que luchó incansablemente hasta su obtención en 1953.

 

 

Dolores Jimenez y Muro

Dolores nació en Aguascalientes el 7 de junio de 1850, pero creció en San Luis Potosí. Era hija de un alto funcionario y fue educada en el ideario del liberalismo juarista, al tiempo que vivió los sobresaltos que aquejaron a la república por la intervención francesa. A fines del siglo XVIII y principios del XIX, el territorio potosino era un auténtico caldero del pensamiento liberal radical, en donde se comenzó a tejer la extensa trama del movimiento armado revolucionario, y en donde además florecieron grupos liberales con la capacidad de editar y difundir sus puntos de vista a través de diversas publicaciones contra el intervencionismo y el porfirismo. El liberalismo que permeaba en diversos grupos era tal que permitió a las mujeres cultivarse y formarse como escritoras y periodistas; incluso eran admitidas en la masonería. Es de suponer, desde luego, que todo ello no era bien visto por el grueso de la sociedad potosina, conservadora en extremo.

A los 24 años, Dolores Jiménez y Muro era una señorita que vestía encajes y moños, y que daba rienda suelta a su sensibilidad en poemas que rechazaban el intervencionismo, patentizando sus anhelos de una patria libre, justa y soberana. Se sabe que en 1874 participa en las fiestas de Independencia declamando algunos de sus poemas que merecieron elogios de Benigno Arriaga y otros escritores. Más tarde serían recopilados en un libro titulado Un rayo de luz.
Frecuentaba los círculos literarios y liberales con su cuñado José María Othón.
En 1883 mueren sus padres y desde entonces empieza a ganarse el sustento por sí misma. Al parecer se emplea como maestra, se corta el cabello y desarrolla labores filantrópicas que por primera vez le permiten ver de cerca la pobreza, al tiempo que denuncia la injusticia en diversas publicaciones.
En 1902 dirige la importante Revista Potosina y más tarde colabora en El Diario del Hogar que dirigía Filomeno Mata.

Su contacto con Camilo Arriaga y Antonio Díaz Soto y Gama la llevan a profundizar en el liberalismo, el anarquismo, y sobre todo en la práctica revolucionaria. En 1907 ingresó al grupo Socialismo Mexicano, cuyo órgano propagandístico era el Anáhuac, y en 1910 abraza con pasión la causa maderista, fundando el Club Femenil Antirreleccionista Hijas de Cuauhtémoc, una de las organizaciones más combativas contra el porfiriato. Ésta se manifestó por el reconocimiento de la igualdad genérica, incluyendo el derecho al sufragio.

En 1911 Dolores milita en el Partido Liberal, en el que rápidamente descuella como estratega y organizadora política, ganándose el respeto y la admiración de sus compañeros, quienes debaten con ella sobre cualquier tópico y escuchan con atención sus propuestas. Es en esos años que se convierte en una profesional de la lucha revolucionaria, organizando a la gente e incluso realizando las tareas clandestinas que exigía la revolución.

Juan Belen  Gutierrez de Mendoza
 

Nació el 27 de enero de 1857, en San Juan del Río Durango, se dio a conocer en 1900 con un libro de poesía. Combatiente de la Revolución Mexicana contra Díaz y Huerta en el Partido Liberal Mexicano y el Antirreleccionista. Empezó a publicar desde los 22 años en los periódicos más importantes de fines de siglo : El Diario del Hogar y en el Hijo del Ahuizote.

Fue encarcelada en Minas Nuevas, Chihuahua en 1897 por un reportaje sobre las condiciones laborales en el mineral de la esmeralda de ese estado. Juana Belén fundó la revista semanal Vésper en 1901 en la Ciudad de México, con el objeto de atacar al clero y al gobierno de Díaz, por ésta publicación es encarcelada en San Juan de Úlua por tres años y ahí conoce a mujeres como Dolores Jiménez, María Dolores Malvaes y Elisa Acuña.

Juana Belén al volver de prisión colabora en el Excélsior. En 1907 Díaz la deporta a Estados Unidos. En 1909, Juana Belén fundó el Club Femenil Amigas del Pueblo en el que participaron : Delfinda Peláez, Manuela Gutiérrez, Dolores Jiménez Y Muro, María Trejo, Rosa G. de Maciel, Laura Mendoza, Dolores Medina, Jacoba González. A su regreso del exilio en 1911, se unió a Zapata. Al triunfar Obregón se instaló en la capital.

Juana Belén Gutiérrez, con apoyo de otras mujeres organizó el grupo de "Hijas de Anáhuac", conformado aproximadamente por 300 mujeres con ideología anarquista. En las "Hijas de Anáhuac" confluyeron obreras que demandaron hacia 1904 mejores condiciones de trabajo para las mujeres. Juana Belén participó en la elaboración del Plan de Ayala.

"¡Paso, Sr. Gral. Díaz, paso !.
Apártese ud., retírese de un puesto que reclamamos para un hombre honrado, para un patriota sincero, para un gobernante digno cuya moral nos permita luchar por nuestros ideales a la sombra del Derecho y no a la sombra de las bartolinas, como hoy. Sr. Gral. RETÍRESE USTED"
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Murió el 13 de julio de 1942 en la Ciudad de México.

Maria Arias Bernal
"Maria Pistolas"

María Arias es un ejemplo de la lucha que desde todos los ámbitos desarrollaron las mujeres durante la Revolución Mexicana para liberar al país del yugo de Victoriano Huerta tras del derrocamiento de Porfirio Díaz y el asesinato de Francisco I. Madero. María Arias formó el Club Femenil Lealtad para manifestarse en contra de los abusos de Huerta.

La apoyaron en esta empresa Dolores Sotomayor, Inés Malváez y Maria Luisa Rojas con las cuales organizó manifestaciones semanales en donde se pronunciaban discursos y se leían poemas y composiciones junto a la tumba de Francisco I. Madero

María Arias fue encarcelada por ello en más de una ocasión pero siguió trabajando por la causa revolucionaria. Su labor fue reconocida por Álvaro Obregón, quien a su llegada a la Ciudad de México le entregó su pistola como homenaje a su valor, lo que le ganó el apelativo de “María Pistolas”.

María Arias Bernal nació en la ciudad de México en 1884. A la edad de 18 años se graduó como maestra, profesión que ejerció hasta 1913 cuando se desempeñaba como subdirectora de la escuela Corregidora de Querétaro y se unió al movimiento maderista. Murió en la Ciudad de México a la edad de 39 años.

Carmen Serdan  Alatriste "Marcos Cerratos"

Carmen Serdán Alatriste nació en la ciudad de Puebla, el 11 de noviembre de 1873. Fue la primogénita del matrimonio formado por el Licenciado Manuel Serdán y Doña Carmen Alatriste de Serdán, nieta además del general Miguel Cástulo Alatriste, en cuya sangre palpitaban los ideales democráticos y las libertades ciudadanas por las que luchó hasta la muerte, los cuales trascenderían en su prole.

Tuvo tres hermanos: Aquiles, Natalia y Máximo, a quienes sus padres procuraron inculcarles el amor a la libertad y a los derechos humanos. Doña Carmen, a causa de las prolongadas ausencias de su marido Manuel, se encargaba prácticamente sola de la educación de sus hijos.

Carmen estudió en el Colegio Teresiano, una escuela particular para niñas, donde aprendió a leer y escribir. La situación económica de su familia le permitió acceder a estas artes que se consideraban innecesarias para las mujeres de su época.

Más tarde Natalia se casó, mientras que Carmen siguió soltera, abrazando las ideas revolucionarias y la causa anti-reeleccionista de Francisco I. Madero. Luchó contra la dictadura porfirista desde el Partido Anti-Reeleccionista.

En forma clandestina, Carmen dedicaba las noches a pegar propaganda contra la dictadura de Porfirio Díaz y a repartir pólvora y dinamita entre los inconformes. En sus actividades secretas tuvo el seudónimo de "Marcos Serratos".

La joven no limitaba su trabajo a estas tareas, ya que también elaboraba bombas y hacía transacciones para la compra de rifles y pistolas para proveer de armas a las fuerzas revolucionarias.

Los dos hermanos varones de Carmen Serdán, al tener la edad suficiente, se afiliaron también al Partido Anti-Reeleccionista, de modo que junto con su madre y sus dos hermanas luchaban por terminar con la dictadura de Porfirio Díaz.

Aquiles Serdán abandonó sus estudios para dedicarse al comercio. En su calidad de negociante, realizó frecuentes viajes hacia los vecinos estados, durante los cuales tuvo la oportunidad de hacer amistad con los obreros que laboraban en las fábricas textiles de Puebla, Tlaxcala y Veracruz, constatando las inhumanas condiciones en que realizaban sus actividades.

Aquiles tuvo una activa participación en 1910 durante la campaña presidencial de Francisco I. Madero y, al fracasar las aspiraciones presidenciales de éste, tuvo que emigrar a San Antonio, Texas, en los Estados Unidos, a fin de escapar a la persecución que se desató contra sus seguidores.

Máximo, por su parte, llegaría a ser Presidente de la Delegación en Puebla del Partido Anti-Reeleccionista.

En octubre de 1910, Carmen viajó a San Antonio, Texas, en donde se entrevistó con Madero y llevó fondos a su hermano Aquiles. Los hermanos Serdán recibieron la instrucción de iniciar la Revolución en el estado de Puebla el 20 de noviembre de ese año. Poco después, Madero proclamó el Plan de San Luis, para llamar al pueblo de México a sumarse al movimiento revolucionario y los hermanos Serdán regresaron a México a continuar con sus actividades proselitistas.

La casa de doña Carmen Alatriste, ubicada en Santa Clara número 4, en la ciudad de Puebla, servía como punto de reunión para los correligionarios de la familia, a quienes hacían pasar a la casa con todo sigilo.

Carmen Serdán es recordada con un busto en la Ciudad de Toluca, que se localiza en el Jardín Andrés Molina Enríquez, en la calle Silvano López y que fue inaugurado en 1980. También hay una estatua suya en Monterrey, donde se le representa disparando su carabina y hay un monumento a su memoria en su ciudad natal.