‘Crisis alimentaria y la necesidad de fortalecer la política pública de apoyo al campo’

 

México tiene serios problemas en la producción de alimentos desde hace varios años. Siendo un país considerado con megadiversidad biológica, es decir, con gran variedad de flora y fauna; hoy no es capaz de producir muchos de los alimentos que más demandan las familias mexicanas.

 

 

Nuestro país tiene actualmente dependencia alimentaria (importa) en cuatro productos básicos: maíz, frijol, arroz y trigo; además importa otros alimentos cárnicos y vegetales, cuya producción en el territorio nacional ha venido cayendo en los últimos años. Aunado a esto, según datos del CONEVAL en los últimos años, entre 24 y 28 millones de mexicanos se encuentran en niveles de pobreza alimentaria.

 

 

El reto alimentario y de producción agropecuaria, es cómo nuestro país, puede recuperar la productividad y la rentabilidad de las actividades primarias. Es importante, destacar, que esta crisis se inserta en el escenario global. Según la FAO, la crisis mundial de alimentos se ha extendido de manera alarmante desde la primera década del siglo XXI hasta nuestros días.

 

 

 

Expertos internacionales, señalan, que debe darse certidumbre al pequeño productor, revisar precios de garantía, dar certeza del valor de su grano. Asimismo, la asistencia técnica, y las mejoras productivas, para incrementar la producción dentro de las mismas áreas, incrementaran como consecuencia sus ingresos.

 

 

Al día de hoy, los esfuerzos hechos en México, no han logrado dar cambios significativos, para la recuperación del campo y la mejora en el abastecimiento nacional de alimentos. Sin duda no es un tema menor, que se ha venido soslayando y agravando con el tiempo.

 

 

De manera particular, en el contexto del Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN), México importa de los Estados Unidos alrededor del 41% del total de los productos agroalimentarias como: maíz, carne de cerdo, trigo, leche en polvo y carne de pollo. Hay que tener presente, que a partir de la entrada en vigor del TLCAN, el volumen comercial se ha incrementado, año con año, y el valor de la balanza comercial ha crecido significativamente, sin embargo, las expectativas sobre los productos del sector primario ha dejado mucho que desear.

 

 

El reto hoy es mayúsculo, la diversidad de regiones de México, el deterioro de infraestructura, el atraso tecnológico, el abandono de las zonas rurales, la falta de apoyos técnicos y financieros efectivos, entre otros factores, tiene a buena parte de la producción primaria en condiciones de subsistencia. Debe destacarse que debido al agotamiento global de los recursos naturales, el agua y los alimentos volverán a tomar una parte fundamental de la agenda estratégica nacional.

 

 

Faustino Torres
Profesor Investigador, analista de temas económicos y especialista en desarrollo regional