En México sólo 135 oncólogos pediatras para atender cáncer infantil

 

 

En nuestro país se vive un reto difícil, contar con médicos y recursos suficientes para su tratamiento.

 

 

En México sólo existen 135 oncólogos pediatras para los cerca de 7,500 casos de cáncer infantil que se registran anualmente, por lo que de acuerdo a estadísticas nacionales cada cuatro horas muere un niño por cáncer, lo que ubica a la enfermedad como la segunda causa de muerte.

 

 

 

 

En Tabasco, se desconoce cuantos recursos se le destina a la prevención y tratamientos contra el cáncer infantil, de hecho aunque la VT solicito a la Secretaria de Salud información al respecto, esta prometió otorgarla pero nunca cumplió, pese a la insistencia.

 

 

No obstante, de acuerdo a información pública que tampoco aclara mucho se sabe que el Hospital del Niño donde se atiende a los pacientes con dicha enfermedad recibió este 2015 más de 23 mil millones de pesos y que con corte al 2015 prestó mil 648 quimioterapias.

 

 

Sin embargo, en Tabasco solo aparece con registro una sola pediatra oncóloga, del total de la plantilla de trabajadores que al 2014 alcanzaba los 17 mil 309, Andrea Ellis Yrigoyen es la única con dicha especial y por ende la encargada Unidad de Oncología del Hospital del Niño “Dr. Rodolfo Nieto Padrón”, “la cual cuenta con áreas de esparcimiento, de entretenimiento para los niños y un equipo multidisciplinario con psicólogo, nutriólogo, médico, terapeuta y pedagoga para dar atención integral al paciente y a sus familiares”.

 

 

No obstante, en Tabasco el problema se acrecenta ante la falta de equipos médicos principalmente como actualmente lo registra el Hospital Juan Graham donde se otorga el servicio de radioterapias a los menores, denunció la presidente la asociación civil ANIG, Maritza Palomeras.

 

 

“Si bien los servicios hospitalarios están deprimentes, para los niños con cáncer también es un problema grave el que no sirva el acelerador lineal, dicho equipo es el que proporciona las radiaciones a los niños y por eso son enviados a Campeche y que ahora la asociación civil y asociación civil estamos pagándole a los niños cosas que no deberían suceder porque por eso ellos tienen el seguro popular”, advirtió.

 

 

Y es que en Tabasco el seguro popular cubre dichos gastos, pero en Campeche no y ello dificulta para muchos niños su tratamiento, explicó Maritza Palomeras.

 

 

“Si mi hija hoy entra al seguro popular tiene garantizando todo el tratamiento porque el recurso baja para Tabasco, pero en Campeche como no están dados de alta no tienen ese beneficio gratuito y tienen que pagarlo, y que hacemos las asociaciones civiles solucionarles el problema al estado, al gobierno porque somos nosotras las que estamos pagando ese servicio y te hablo que llevamos más de 10 niños de los meses de agosto a diciembre”, apuntó.

 

 

Lamentablemente el gobierno no da esperanzas de reparar el acelerador lineal y tampoco de pagar el servicio, lamentó la presidente de la asociación ANIG.

 

 

“Ellos solamente están enfermos y lo que necesitan es una atención real y oportuna, actualmente no la están recibiendo, esto no es un secreto, todo mundo lo sabe y las organizaciones civiles queremos ejercer presión social porque al menos sino tienen el servicio que vean como se los pagan en Campeche, porque no hay dinero que alcance, el gobierno tiene que tomar acciones porque están violando sus derechos las mismas autoridades de no darles la seguridad social y esa parte no la han tomado en cuenta”, agregó.

 

 

Los costos superan los mil pesos por servicio y hasta ahora el gobierno no ha apoyado a los menores con cáncer que requieren las radioterapias, añadió Maritza Palomeras.

 

 

“Es una problemática real que viven los niños, hay muchas organizaciones que están atendiendo el caso, pero vemos que las cosas no cambian este problema viene de junio y vemos difícil lo solucionen en el tiempo de dicen, las radioterapias cuestan mil 170 pesos cada una y ahorita el seguro popular les esta cubriendo el 60% de los servicios y te lo digo con conocimiento de causa”, indicó.

 

 

Ante tal situación lo que urge es prevención dijo Maritza Palomeras quien desde hace 10 años participa en dicha fundación.

 

 

“Nos falta mucho por la prevención, yo creo si se enfocará también específicamente las autoridades a una campaña masiva de prevención yo creo que podríamos salvar a más niños, desafortunadamente quizá por falta de conocimientos o por costumbre, nosotros vamos al doctor solo cuando estamos enfermos y siempre hay que prevenir para que vean que hay más allá”, expuso.

 

 

Algo que también hace falta es participar como sociedad apoyando a quienes menos tienen, sobre todo si las autoridades no lo hacen, dijo Maritza Palomeras.

 

 

“Es más fácil quedarte cómodo en una silla sin preocuparse porque lo que pasa a nuestro alrededor, es una postura muy cómoda, tampoco queremos que la gente ande publicando lo que hagas pero si necesitamos que la gente, si por lo menos no va a ayudar que si crea en lo que estamos haciendo”, añadió.

 

 

Así como ANIG hay diversas organizaciones que se dedican a apoyar a los niños que padecen cáncer y no tienen recursos ,“Los ángeles del Mago Chong-tall” que preside Raúl Torres Fócil es otra que ayuda sin recibir recursos en efectivo.

 

 

"A través de nosotros no hay cuenta bancaria, no hay nada de ese tipo, todo es en especie, muchas veces somos nada mas puente de comunicación entre el enfermo, familiares del enfermo y la persona que esta ayudando”, detalló.

 

 

La necesidad de ayuda es infinita y casos a diario surguen, Yatziry Guadalupe es una de las niñas que forman parte de la estadísticas de casos en Tabasco, tiene solo 5 años y su madre, relata como paso.

 

 

“Cinco años cumplidos y lamentablemente nos dieron esta información, lo diagnosticaron a través de unos análisis, le estaban apareciendo moretones que para mi eran golpes de su hermanito sin embargo empezó con fiebre por 3 días y en el doctor nos decían según era la garganta, le hacen análisis y la traemos al Hospital del Niño, le hicieron estudios y lamentablemente la información que nos dieron fue leucemia”, contó a la VT.

 

 

Aceptarlo fue difícil, y aunque el diagnóstico fue meses atrás, aún no se supera.

 

 

“Es un tema totalmente difícil, todavía nos duele porque como padres queremos que a nuestros hijos no les pase nada, pero con la fe en Dios todo se puede, por ahora tratamos de que no se sienta deprimida”, afirmó.

 

 

La mamá de Yatziry Guadalupe originarios de Balancán, exhortó a los padres estar al pendiente de sus hijos y realizar de manera periódica sus chequeos médicos.

 

 

“Algo que si les puedo recomendar a todas las mamitas en casa, es que estén muy pendientes, que los observen y que cuando las lleven a consulta con su pediatra particular o del sector salud, que pida les manden a hacer análisis no vaya a ser demasiado tarde, para que no les vaya a pasar como a nosotros lo que estamos viviendo, esa es una recomendación muy importante”, sugirió.

 

 

Yatziry Guadalupe, Pablo, Isabel, son más que nombres en la torre oncológica del Hospital del Niño, son menores a quienes el cáncer les cambio la vida.

 

 

Ahí en la unidad oncológica del Hospital del Niño se ven a muchos menores, a bebes en brazos, a otros mas grandes, todos acompañados de un familiar, los que reciben quimioterapia han perdido el cabello, usan gorros o pañoletas para ocultar la ausencia, algunos se observan débiles, otros más cansados, algunos tristes y otros pese a todo aún sonríen.

 

 

Su inocencia se mezcla con la angustia y el dolor de sus padres, quienes al querer saber de sus casos prefieren callar por el nudo que se hace en su garganta, hablar de la situación no es fácil, se quedan mudos a medio relato y sus ojos se llenan de lágrimas, la situación los supera, saber que sus hijos enfrentan una enfermedad que puede arrebatárselos para siempre los aflige. Las oraciones a Dios se elevan en cada momento, entre padres se comparten las experiencias, se dan ánimos y se alimenta el deseo de que la enfermedad desaparezca y sus hijos sean de nuevo los de siempre… Niños felices pero sobre todo sanos.