Fomentemos en nuestros hijos la polimatía

 

La polimatía es la sabiduría que abarca conocimientos sobre campos diversos de la ciencia, arte o las humanidades. Un polímata es un individuo que posee conocimientos que abarcan diversas disciplinas. La mayoría de los filósofos de la antigüedad eran polímatas, tal como se entiende el término hoy en día.

 

 

Este concepto fue desarrollado durante el Renacimiento italiano por uno de sus máximos representantes, el arquitecto León Battista Alberti, quien afirmó que el artista en este contexto social, no debe ser un simple artesano, sino un intelectual preparado en todas las disciplinas y en todos los terrenos. Esta idea recoge los principios básicos del humanismo del Renacimiento, que se caracterizaba por considerar al hombre como un ser todopoderoso, con capacidades ilimitadas para el desarrollo, y exhortaba a la gente a abarcar todos los campos del conocimiento y desarrollar sus capacidades al máximo. Por este motivo, muchos hombres en el Renacimiento, hicieron florecer notablemente la cultura y el arte. Ahora se utiliza para referirse a los grandes pensadores que vivieron antes, durante o después del Renacimiento.

 

 

Leonardo da Vinci ha sido descrito a menudo como el arquetipo del hombre renacentista

 

 

 

 

Da Vinci fue pintor, anatomista, arquitecto, artista, botánico, científico, escritor, escultor, filósofo, ingeniero, inventor, músico, poeta y urbanista.

 

 

Interesado por todas las ramas del saber y por todos los aspectos de la vida, los apuntes que dejó Leonardo (escritos de derecha a izquierda y salpicados de dibujos) contienen también incursiones en otros terrenos artísticos, como la música (en la que destacó tocando la lira) o la literatura. Según su criterio no debía existir separación entre el arte y la ciencia, como no la hubo en sus investigaciones, dirigidas de forma preferente hacia temas como la anatomía humana (avanzando en el conocimiento de los músculos, el ojo o la circulación de la sangre), la zoología (con especial atención a los mecanismos de vuelo de aves e insectos), la geología (con certeras observaciones sobre el origen de los fósiles), la astronomía (terreno en el que se anticipó a Galileo al defender que la Tierra era solo un planeta del Sistema Solar), la física o la ingeniería.

 

 

En este último terreno, fue donde quedó más patente su talento de precursor a juicio de las generaciones posteriores, ya que Leonardo da Vinci concibió multitud de máquinas que no dio a conocer entre sus contemporáneos, y que la técnica ha acabado por convertir en realidad siglos más tarde: aparatos de navegación (como un submarino, una campana de buceo y un salvavidas), máquinas voladoras (como el paracaídas, una especie de helicóptero y unas alas inspiradas en las de las aves para hacer volar a un hombre), máquinas de guerra (como un puente portátil y un anticipo del carro de combate del siglo XX), obras de ingeniería civil (como canalizaciones de agua o casas prefabricadas), herramientas y maquinaria de tipo industrial (como una hiladora, una laminadora, una draga o una cortadora de tornillos), fortificaciones, etcétera.

 

 

Desarrolló ideas muy adelantadas a su tiempo, como el carro de combate y el automóvil, aunque muy pocos de sus proyectos llegaron a construirse. Destacó más en la pintura, y aunque se conocen pocas obras, suyas son: La Virgen de las Rocas, La Asunción, La Adoración de los Magos, La Última Cena, La dama del armiño y el cuadro más famoso de todos los tiempos, La Gioconda o Mona LIsa.

 

 

Es, por tanto, la obra pictórica de Leonardo da Vinci la que le ha hecho destacar como el gran maestro del «Cinquecento» (por encima incluso de Miguel Ángel o Rafael).

 

 

Aunque practicó las tres artes plásticas, no se ha conservado ninguna escultura suya, y parece que ninguno de los edificios que diseñó llegó a construirse, por lo que de su obra como escultor y arquitecto solo quedan indicios en sus notas y bocetos personales.

 

 

Leonardo nació el 15 de abril de 1452 en Florencia y murió en Turena en 1519. Era hijo ilegítimo de un abogado florentino, quien no le permitió conocer a su madre, una modesta campesina. Se formó como artista en Florencia, en el taller de Andrea del Verrocchio; pero gran parte de su carrera se desarrolló en otras ciudades italianas como Milán o Roma en donde trabajó para Julio de Médicis. A partir de 1516 con las manos afectadas por una parálisis, se fue a vivir a Francia bajo la protección del rey Francisco I.

 

 

Como primer ejemplo se empleó el término "genio universal" para Leonardo da Vinci. Parece emplearse sobre todo cuando una persona ha hecho contribuciones duraderas en al menos uno de los campos en los que se vio involucrado activamente, y cuando el enfoque de sus intereses tiene carácter universal.

 

 

Cuando una persona se describe como poseedora de un "conocimiento enciclopédico", es porque exhibe un vasto ámbito de conocimientos. Como en el caso de personas como Eratóstenes, que actualmente tiene la reputación de haber tenido conocimientos enciclopédicos, pese a que su vida fue anterior a la existencia de cualquier enciclopedia.

 

 

En Gran Bretaña, frases como "deportista polifacético", "erudito deportivo/polímata deportivo" o simplemente "erudito/polímata", se utilizan de vez en cuando en un sentido restringido para referirse a los atletas que han actuado en un alto nivel en varios deportes muy diferentes. Alguien cuyos logros se limitan al atletismo no se consideraría un "erudito" en el sentido habitual de la palabra. Un ejemplo es Howard Baker, que fue llamado un "erudito deportivo" por la "Enciclopedia del Football Británico", por ganar títulos en salto de altura, en cricket, fútbol y waterpolo.

 

 

¿Serán las nuevas generaciones más polímatas?

 

 

Por supuesto, las nuevas generaciones serán más polímatas, porque lo anómalo en la actualidad, con acceso inmediato a conocimiento de calidad, es vivir una vida en un único dominio de conocimiento. ¡La curiosidad tiene que ser el motor! Yo espero un futuro polímata.

 

 

Los polímatas desempeñarán un papel clave en la ciencia y la tecnología por su capacidad para conectar dominios, para hacer de crosstalkers, y tener un nivel suficiente de interlocución con especialistas en distintas áreas.

 

 

¡Las humanidades y los polímatas son el futuro de la economía digital!

 

 

En medio de un discurso de sociedad robotizada, la polimatía es un rayo de luz en el futuro del trabajo, y una esperanza para los que pensamos que el humanismo es clave en el futuro del ser humano como especie. En medio de un discurso de transhumanismo hay espacio todavía para el humanismo nunca más necesario que ahora.

 

 

Si la diversidad es un acelerador de la innovación, la polimatía es llevar la diversidad a cada individuo. Si la creatividad es combinación (en la mayoría de los casos el resultado de combinar elementos conocidos), la polimatía es otro habilitador de la combinación creativa.

 

 

Es cierto que al día de hoy la mayoría de las empresas no saben qué hacer con los polímatas. Ni saben reconocer ni explotar su potencial. Si a menudo se critica al sistema educativo porque sigue produciendo talento de forma industrial, la selección de recursos humanos sigue un modelo equivalente.

 

 

Es estimulante y esperanzador imaginar que en este siglo tendrá lugar un Nuevo Renacimiento y que los polímatas serán los profesionales más demandados. A seguir estimulando el conocimiento multidisciplinario y luego a fomentar las capacidades donde se observe mayor desarrollo y creatividad. Es bueno conocer nuestras capacidades a través de las pruebas psicométricas, para ello hay que acudir a una valoración psicológica. ¡Feliz año escolar!

 

 

Psic. Sara Leticia Campos Chavolla Torre Médica Av. Méndez 1110 Segundo piso. Tel 9933141178 Cel. 9931920934