‘Inicio escolar’

 

Iniciar con buena actitud. Buscando dar el “magis”, ese “más” que tanto hace falta en la vida diaria. Sí, el año escolar es la oportunidad de aprender, pero también de retarte. Tantas cosas apasionantes que están en el universo que aún desconocemos. Esperando a que seas tú el que las descubras! Es mejor saber que no saber, siempre. La máxima socrática es una actitud humilde ante una realidad holística, omnipresente, metafísica, que nos sobrepasa en todo sentido y ante la cual es precisa la humildad filosófica “se que no se nada”. Sabemos que no sabemos, al menos no lo sabemos todo. Pero si que podemos saber las cosas cotidianas.

 

 

La pedagogía actual enfatiza las habilidades para la vida. Esa capacidad que se practica en el aula y se ejercita en la realidad, de “habérnosla” con las cosas, con los problemas cotidianos. Saber rascarnos con nuestras propias uñas, preparar y calentar nuestra propia comida, lavar nuestros trastes, tender nuestra casa, atar nuestras agujetas. Si aprendemos a resolver las cosas sencillas, estamos ejercitándonos para resolver los grandes problemas del universo. En eso consiste aquello de “enseñar a pescar”, no dar el pez.

 

 

Un reto del sistema escolar en Tabasco, es incrementar la lecto escritura y las capacidades lógico-matemáticas. Busca un buen libro y hazte el propósito de devorarlo con tu inteligencia. El tema que sea. Lee lo que quieras, pero lee. Urge adquirir la pasión por saber. La pereza intelectual, aquella que nos hace simplemente “googlear” para resolver nuestras dudas, nos está haciendo daño. Aprender a resolver en la vida cotidiana problemas lógico-matemáticos se antoja irrealizable cuando tenemos aversión a estas disciplinas… pero una vez que superas este prejuicio, es adentrarte en un mundo maravilloso que te llevará como Pitágoras a encontrar una respuesta hasta en el vuelo del colibrí, de todo lo que se mueve en el mundo a partir de la simetría, la geométrica y las matemáticas. Apasionante ¿no?

 

 

 

 

Respeta a tus maestros, si te nace obséquiale un pensamiento de gratitud y de bienvenida. Antes hasta les llevábamos una fruta, un agua o un café.

 

 

Finalmente, cuando salgas a clase, pídele a tus padres su bendición. Siempre es hermoso llevar en nuestras cabezas y almas, el buen deseo de nuestros padres para ser mejores personas.

 

 

Feliz inicio de cursos.

Mtro. Roberto Valencia
Filósofo y Teólogo
www.parroquiadesanmarcos.com