La violencia y el comportamiento de los mercados

 

Hace unas semanas relataba sobre el Índice de Paz Mundial y la importancia de la paz social, para el adecuado funcionamiento d la economía y en particular de los mercados. En ese momento narrábamos que en términos comparativos la situación de violencia en México es tal, que se encuentra en niveles de inseguridad superior a la de algunos países que recién han vivido guerras o guerrillas y en condiciones de extrema pobreza como Ruanda, Etiopia, Kosovo y Bosnia-Herzegovina.

 

 

Este escenario macro, de inseguridad, ya sea por cuestiones políticas, sociales, ideológicas o incluso hasta motivados por desastre naturales, tiene un impacto disonante y negativo n la actividad económica. Cualquier fenómeno de violencia que afecta el comportamiento de los consumidores y/o de los productores, tendrá efectos en los mercados.

 

 

Hace algunas décadas, no era tan sencillo explicar en términos coloquiales, la influencia de la inseguridad en los mercados, por supuesto, tampoco era fácil medir que tanto peso podría tener la inseguridad en la economía. Lamentablemente desde hace algunos años sobra ejemplos para ilustrar el impacto del crecimiento nivel de violencia en la actividad económica.

 

 

 

 

Otro mercado que ha sufrido cambios importantes, es de la diversión nocturna, restaurantes, bares, discotecas, teatros, cines, espectáculos nocturnos, han restringido y modificado su horario de atención, y en algunos casos en ciertas ciudades muchas ciudades han tenido que cerrar en forma definitiva. En este caso particular, no solo ha sido a rajatabla el caso de los niveles de violencia, sino también el “impuesto a la operación”, conocido desde hace años como pagar “derecho de piso”. Este fenómeno, no es otro efecto que el encarecimiento de la operación de un negocio, una variable que va al costo y que provoca dos efectos, asumir una utilidad menor o trasladar ese costo al precio final para que lo pague e consumidor. Este fenómeno tiene años, distorsionando el mercado y provocando el cierre de una gran cantidad de empresas en estos giros.

 

 

Otros mercados y sectores económicos completos, han sufrido en México (más en unas regiones que en otras), efectos adversos debido a la inseguridad y los niveles de violencia, son: el transporte público, el sector agropecuario, bancos, centros comerciales, tiendas de conveniencia, gasolineras. Asimismo los hábitos de consumo, en este sentido han cambiado, las visitas al banco, cajeros, tiendas comerciales, etc. Por otro lado, el comportamiento en el tiempo de los periodos de quincena, pago de aguinaldos.

 

 

Un aspecto final, del que ya casi nadie habla es respecto del uso de artículos de lujo: joyas, relojes, vehículos de lujo, entre otros. Ha habido un cambio profundo en el comportamiento de personas respecto de estos bienes, se volvió la normalidad el manejarse con “bajo perfil”, lo que significa un efecto sustitución en una gran cantidad de bienes, que pudiendo ser demandados y usados, se sustituyen por otros bienes de menor precio para con esto disminuir el riesgo de ser sujeto del robo o la extorsión.

 

 

No hemos enunciado algo nuevo, solo reflexionar respecto de la injerencia que la violencia tiene en la cotidianeidad de la vida y el comportamiento económico de la sociedad.