¿Nos volveremos a inundar?

Emmanuel Sibilla Oropesa
El martes 8 de junio se realizó una reunión privada, casi secreta, entre funcionarios de la Conagua y del gobierno del Estado en el Hotel Howard Johnson; arrancó por la tarde y concluyó hacia la media noche para acordar lo que se presentaría al día siguiente en rueda de prensa a las 11 am. El objetivo del encuentro con los medios de comunicación era tratar de justificar las acciones que están llevando a cabo, sobre todo porque se ha licitado en los primeros 6 meses del año apenas 70 de los más de 1,600 millones que se tienen disponibles para el 2010.

El encuentro con los reporteros se dió tal y como lo tenían planeado, sin embargo, no hubo mayores novedades. Fue encabezado por Jorge Octavio Mijangos, Director local de la Conagua y Héctor López, titular de la SAOP. La información proporcionada fue muy general, arrancaron repitiendo en torno a lo que era el PHIT, sus objetivos, reconocieron que existen algunas ventanas abiertas y de lo rescatable fue el anuncio de que otra vez habrá costalera; se esperaban detalles mayores, no los hubo, que posteriormente se darán a conocer fue el argumento, aunque no precisaron cuando.

Lo que es una realidad, es que las obras como las escotaduras, los caídos, las ventanas, macayo, el tercer puente en la carretera del aeropuerto, por mencionar algunas, no se han licitado porque no cuentan con los proyectos y en caso de licitarse en este mes, cosa que se ve difícil ocurra, iniciarían hasta agosto en plena temporada de lluvias.

De hecho Mijangos me declaraba en entrevista días atrás, que este año sería de proyectos y la pregunta obligada fue: ¿y mientras tanto que pasará en 2010?, ¿estamos en riesgo? le inquirí. “Estamos mejor protegidos que en 2007”, me respondió; ¿nos volveremos a inundar? insistí, “es muy difícil poder garantizar que no en un lugar donde pasan 100 mil millones de m3 de agua al año”, reconoció.

Sólo Dios sabe qué pasará con la suerte de más de dos millones de habitantes en un Estado rico y exuberante pero que ha sido azotado por la propia naturaleza y por la NEGLIGENCIA y ambición desmedida de un puñado de insensibles que no les importa nada más que los dividendos.

El panorama es obscuro e incierto, los responsables no informan abiertamente y con claridad aunque digan lo contrario; hay muchas dudas, muchas preguntas sin respuesta.

Lo que es una realidad, es que el tiempo no perdona, la cuenta regresiva ha iniciado desde hace meses, las lluvias se aproximan, los proyectos no se concluyen, las obras no arrancan, el dinero sigue esperando, las autoridades unas y otras se justifican, la costalera ya se anunció, algunos constructores se frotan las manos esperando por la declaratoria de emergencia y tristemente, como si fuera una maldición, un castigo divino, los tabasqueños permanecemos en la indefensión total.

Qué pasará si nos volvemos a inundar ¿habrá responsables?, ¿será solamente la naturaleza que se nos revela?, ¿qué nos dirán ahora las autoridades competentes? Que fue la luna, el huracán, la cantidad de lluvia, las obras que colapsaron quien sabe por qué, que la culpa la tiene Komukay que ya no está, que fue un año atípico, que la gente no se quiso salir de sus casas y de sus negocios y no pudieron cerrar las ventanas, que se volvieron a azolvar los drenes, que la deforestación fue mayor este año, que las presas no operaron correctamente o estaban en riesgo, en fin, al tiempo.

Rematando: Que el Gobernador está desinformado me asegura una fuente de adentro… el artífice de ello se apellida López y trabaja en la SAOP.