Pa qué te digo que sí, si no

Jesús Sibilla Oropesa
Lo he pensado mucho, lo he analizado, lo he visualizado, he dudado, lo he vuelto a pensar, paso por el lugar, lo miro, lo admiro, vuelvo a pasar, me lo imagino, veo la maqueta, vuelvo a pensar, miro los árboles que se tendrían que sacrificar, y no, no puedo decir que si, si no.
La idea me parece buena, el elemento puente, puede ser un ícono de la ciudad como ya lo es la catedral aunque esté inconclusa, como es la Conchita, iglesia sobreviviente al Garridismo, como es el palacio de gobierno y como eran otros edificios, que en aras de la modernidad derrumbaron alrededor de la Plaza de Armas; lo que no me convence es el lugar, su ubicación; el lugar ya es bello, y los árboles que piensan tirar son su riqueza, ellos solos por si mismo realzan naturalmente nuestro hermoso Paseo Tabasco.
Norten, el arquitecto tiene mi respeto y reconocimiento como un profesional, sin embargo, creo que en esta ocasión no estoy de acuerdo con él; se que el proyecto es mucho más amplio y de mayor envergadura, de tal manera que me parece que sería bueno que lo demás del proyecto se realizara, porque nuestro paseo y parques en él lo merecen, pero sin tocar árboles y sin afectar la vista de la majestuosidad que presentan nuestros guayacanes, macuilies y hules.
Que bueno que el alcalde tenga nuevas ideas, que quiera cambiar la imagen urbana de la ciudad, pero no me queda claro que Paseo Tabasco sea el lugar y que el puente bicentenario el edificio, sobre todo cuando tienen que sacrificar parte de nuestros árboles orgullo.
Por ello insisto, pa que les digo que si, si no.