Tiempo no se detiene

 

Iniciemos reflexionando: ‘Cuando miras el reloj, ya es la hora de cenar…Cuando te das cuenta ya llegó el fin de semana… Cuando miras el almanaque, se terminó el mes… y sin darte cuenta llega la nueva Navidad y un año termina. Cuando somos niños miramos a nuestros abuelos y decimos: cuanto me falta para llegar a su edad… pero cuando llegas y miras para atrás, te preguntas: Como puede ser que los años hayan pasado tan rápido...? Sin darte cuenta los años pasan y casi siempre dejamos para mañana las cosas que verdaderamente son importantes en la vida… Pasar tiempo y disfrutar de los hijos, la familia y los amigos…

 

 

Muchos gastan sus mejores años de sus vidas detrás de los negocios, el dinero, sin pensar que un día la vida se termina, dejando lo importante para después. Si pudiéramos erradicar de nuestro lenguaje la palabra ‘después, más tarde o más adelante’, por: ahora, hoy…Fíjate como nos comportamos: Después te llamo… Más tarde lo hago... Un día de estos, voy ocuparme de mis hijos… Dejamos todo para después, como si el después fuese la solución.

 

 

Debemos entender que...El después, cambia la prioridad…El después, te hace perder el encanto… El después, te hace llegar tarde… El después, hace que los hijos crezcan y no puedas disfrutar…El después, hace pasar el tiempo y hace perder la oportunidad de vivir….El después, hace que la vida se termine…Y lo más importante no dejes para después la oportunidad que tienes ahora para decirle a Jesús que sea parte de tu vida, tal vez después sea demasiado tarde…¨

 

 

 

 

Contrariamente, el tiempo pasa más lentamente, es decir, se nos hace más largo, cuando lo estamos pasando mal, cuando esperamos con impaciencia, cuando tenemos prisas, cuando estamos enfermos, cuando nos duele algo o cuando estamos cansados o incómodos. Se nos hace asimismo eterno cuando llevamos una carga pesada encima y, sobre todo, cuando estamos en peligro. También apreciamos su curso como más lento cuando nos aburrimos y, especialmente, cuando le prestamos atención, es decir, cuando estamos pendientes de él. Si no le hacemos caso, el tiempo transcurre más rápidamente. Nuestra percepción subjetiva del tiempo depende mucho de la situación emocional en que nos encontremos.

 

 

Si estamos emocionados nos equivocamos mucho al valorar el tiempo transcurrido. Eso es lo que pasa cuando llega por fin la persona o la noticia ansiosamente esperada y sentimos que la hemos esperado una eternidad, cuando en realidad fue mucho menos tiempo. Del mismo modo, si tenemos prisa sentimos que el autobús tarda mucho más en llegar y que el semáforo está mucho más tiempo en rojo. Cuando estamos disgustados, el tiempo pasa también con más lentitud. Cuando el tiempo que estamos viviendo es cruel, nos duelen hasta los huesos por lo que estamos soportando, es tan horrible que sólo deseamos que lo que nos lastima y que hasta pareciera pesadilla, ya termine. Hay tiempos en nuestra vida que nos marcan para siempre, recordamos el primer amor que nos hizo sentir en las nubes, pero también, un suceso desagradable se queda registrado de manera inevitable y hasta traumática. Cuando nos encontramos bien con una persona los demás sobran, pero recuerda que no se puede vivir pegado eternamente a ella porque la vida se compone de momentos, de etapas y todo tiene un final.

 

 

Nuestro tiempo en esta tierra está lleno de contrastes. El tiempo es como un camino que debemos caminar. Sólo hay que caminar sin detener nuestros pasos y sin mirar hacia atrás.

 

 

El tiempo es implacable y cuando algo merece la pena, debemos agarrarnos a lo que sea necesario para conseguirlo, porque de lo contrario, ¿qué estamos haciendo aquí? El sentido de la vida, debe ser simplemente vivirla, pero vivirla no significa dejar que pase delante de nuestros ojos sin hacer absolutamente nada salvo consumirnos. Muchas veces nos paralizamos por miedos o dudas, y no tiene sentido que lo hagamos ya que sencillamente hay que intentarlo. Cuanto mayor es la lucha, mayor es el triunfo. Yo creo que para eso estamos aquí, o por lo menos, yo elijo estar aquí para eso. Aunque en cualquier caso, al final, todos somos el producto de las sumas de nuestras experiencias, tanto positivas como negativas. La vida nos va moldeando poco a poco.

 

 

Pero precisamente es el paso del tiempo el que nos enseña a hacer las cosas mejor. El que nos ayuda a aprender de nuestros errores, y sobre todo, a valorar el propio tiempo. Como se dice tantas veces, cada minuto es un regalo. No merece la pena perder nuestro tiempo en estar preocupados o frustrados. No debemos rodearnos de personas que absorben toda nuestra energía a cambio de nada. ¿Qué sentido tiene permanecer junto a alguien así? El tiempo perdido nunca lo recuperamos. Y por eso, debemos poner pasión en lo que hacemos, y luchar por conseguir aquello que realmente nos llena.

 

 

El consumo o desgaste de sustancias que deprimen la actividad cerebral, enlentecen el reloj interno y la persona juzga que la duración del tiempo es más corta. Al envejecer se tiene la sensación de que el tiempo transcurre más rápido, porque se enlentece la actividad del sistema nervioso, las funciones corporales se vuelven más lentas y además se le presta menos atención al tiempo. Durante la juventud, en cambio, la necesidad de emancipación hace que el paso del tiempo parezca más lento; y el tiempo se subestima cuando estamos entretenidos y se sobrestima cuando nos aburrimos. En cuanto al pasado, el juicio del tiempo del pasado se basa en la memoria y no se relaciona con el funcionamiento del reloj interno.

 

 

¿CÓMO SIENTES EL TIEMPO? ¿QUÉ TAL APROVECHASTE EL AÑO 2018 Y CÓMO ORGANIZARÁS TU TIEMPO PARA EL 2019?

 

 

¿El tiempo es: lento, rápido, largo, corto o eterno? El tiempo es demasiado lento para aquellos que esperan…El tiempo es demasiado rápido para aquellos que temen...El tiempo es demasiado largo para aquellos que sufren...El tiempo es demasiado corto para aquellos que celebran...El tiempo es como un río, nunca podrás bañarte en la misma agua, porque la corriente se la lleva y jamás podrás recuperarla. Recuerda que: Ayer y mañana, no existen, *El día es hoy* Un viejo refrán dice: No dejes para mañana, todo lo que puedas hacer hoy. ¡FELIZ AÑO NUEVO!

 

 

Psic. Sara Leticia Campos Chavolla. Consultorio: Torre Médica Segundo piso. Av. Méndez 1110 Col. Centro Villahermosa, Tab. Tel. 3141178 Cel. 993192 0934.