Trump perdería anticipadamente la próxima elección, ante una situación económica desfavorable para los Estados Unidos

 

Las facturas llegan, la postura intransigente y ese particular estilo competitivo de negociar, han minado a la economía norteamericana. Principalmente la tensión comercial entre los Estados Unidos y China, ya han tenido implicaciones en su estructura productiva, sumado a esto el proceso de renegociación con México (su principal socio comercial).

 

 

Por otro lado, el crecimiento económico mundial se contrae y las bolsas de valores de referencia van en picada, por la incertidumbre que provoca la tensión de estos dos gigantes económicos. En este sentido, las noticias para las aspiraciones políticas y el futuro inmediato de Trump, no son benevolentes; simplemente hoy podría ser identificado con uno de los principales gestores de las complicaciones que presentan varias economías a nivel global, incluida por supuesto la norteamericana.

 

 

Mencionando algunos casos: el gigante asiático, China, hoy crece a un ritmo más lento que en los últimos 15 años y de manera oficial, datos recientes han confirmado hace unos días que Alemania y Reino Unido, presentaron tasas negativas de crecimiento en el segundo trimestre de 2019. Por otro lado, regiones de los Estados Unidos e industrias específicas, ha caído en severos problemas de costos e ingresos por la tensión comercial.

 

 

 

 

El cálculo político de Trump, al transitar del TLCAN al T-MEC, y al provocar una lucha comercial con China, ha tenido implicaciones adversas para las cadenas productivas de aquellas industrias que pretendía proteger, por lo que esas mismas entidades que votaron por las ideas económicas de Trump, hoy tendrían elementos suficientes para dudar en darle el voto una vez más. El riesgo de que el presidente Trump esté generando una imagen adversa en diversas entidades por datos económicos está latente. Al momento ya hay expresiones empresariales, que demandan al presidente reconsiderar su posición frente a China.

 

 

Curiosamente, el Secretario del Tesoro estadounidense Steven Mnuchin, ha salido (espontáneamente) a mandar un mensaje de aliento a los mercados, que en realidad preocupa más, pues declaró recientemente que no ve una amenaza de recesión, en México diríamos “explicación, no pedida…”.