Artesanos deben preservar técnicas pero también apostar por mercado de consumo, coinciden especialistas en foro del IFAT

 

Los productos de los artesanos deben preservar y rescatar las técnicas, ir dirigidos al mercado de consumo, a la temporalidad y al gusto del cliente, afirmó la directora del Instituto para el Fomento de las Artesanías de Tabasco (IFAT), Tisve Salazar Ramos.

Durante el conservatorio “Estrategias de promoción ante la nueva realidad”, organizado por la dependencia de manera virtual, la funcionaria estatal sostuvo que a partir de la identidad cultural y de las materias primas con las que cuenta el estado, se están apuntalando propuestas de consumo.

Señaló que desde que asumió la dirección del IFAT, se ha emprendido una labor de diversificar los espacios de comercialización.

“Debe de ser un proceso voluntario. Con los artesanos que han estado dispuestos a sumarse a este proceso de capacitación para la elaboración de prototipos, hemos logrado sacar unas líneas interesantes de productos, nos han abierto la brecha para poder lograr entrar a mercados de consumo que antes no estábamos atendiendo”, apuntó.

Al dar su testimonio, Pedro Martín Concepción, artesano poblano de la rama textil, contó su experiencia ante la pandemia de COVID-19.

Relató que antes de la emergencia sanitaria acudían a su taller entre 200 a 500 personas, quienes además de sus ventas representaban otras entradas.

Expuso que junto a él trabajaban 10 personas, todos familiares, con quienes se reinventó para salir adelante. 

“No había entradas, yo me enfermé, tengo letras que pagar, entonces paramos todo y lo que surge fue que una de mis amigas, que le pedí prestado dinero me dice: ‘oye y ¿Por qué no empiezas hacer cubrebocas?’ Y yo dudé, me arriesgué hacer una docena de cubrebocas artesanales para ella, de ahí lo publiqué, apareció una persona que me pidió 200 piezas en cuatro días, a partir de ahí que publiqué en las redes sociales me llega en una semana que tengo que entregar más de 2 mil piezas, más de 5 mil piezas”, dijo.

Por su parte Silvia Mancilla, especialista en diseño, desarrollo e implementación de soluciones sostenibles, afirmó que el panorama para los artesanos es difícil, puesto que durante años se ha tenido un vínculo con el turismo, y ante la emergencia sanitaria éste se ha frenado cerca del 100 por ciento.

Apuntó que los artesanos deben entender que no solo quienes visitan los lugares son quienes representan su mercado, por lo que los llamó a diversificar sus productos.

Agregó que con fortalecimiento empresarial, es decir, tener iniciativa, inclusión financiera, reforzar el embalaje, envío y calidad, así como acceder a tecnologías de información para llegar a más mercados, puede impulsarse el sector. 

“Entonces, si pensamos en lo que valoran las personas que consumen lo hecho a mano, entonces tiene que cambiar un poco, no quiere decir que dejemos de hacer lo que nos enraíza, lo que nos define, lo que nos da identidad, creo que el brinco que muchos artesanos tienen que dar es pensar ¿Qué puedo producir haciendo uso de mi técnica, de mi maestría, que se valore por ser echo a mano y tener una identidad definida? Creo que hacia allá es hacia donde tenemos que empujar la producción artesanal que tiene identidad y que tiene raíz, pero que también es aceptada y valorada como una actividad económica”, aseveró.