Con más de 33 años recibiendo a peregrinos, doña Caro es ejemplo de fe y devoción guadalupana
Los recibe con bebidas y alimentos que los ayuda a recuperar fuerzas para que continúen su camino
El llamado de la fe regresó a Puente Grande, Jalapa, Tabasco, como cada diciembre, desde hace más de 33 años, en los festejos de la Virgen de Guadalupe.
El domicilio de la señora Carolina del Socorro Reyes Torres se viste de banderines multicolores y un delicioso olor a tamales de olla.
Afuera, sobre la carretera, los peregrinos tienen una fiesta en honor a la morenita del Tepeyac y poco a poco ingresan al patio de doña Caro, donde los recibe con bebidas y alimentos que los ayuda a recuperar fuerzas para que continúen su camino.
La encomienda seguirá a como lo hubiese querido su esposo; y porque las hijas de doña Caro tienen muy claro el compromiso de esta tradición.
Mientras que, los peregrinos que cada año tocan las puertas de este hogar reconocen la labor que se hace anualmente.
"Agradecer mucho a Dios y a la virgencita porque le da la fuerza a doña Caro que siempre año con año, los 6 años que yo llevo eh pasando aquí nos recibe con mucho cariño, con mucho amor. - Esto que organiza doña Carolina pues es de una gran ayuda, ¿verdad? Es una gran bendición para todos los que a veces no portamos el suficiente sencillo para para tomarnos algo, comer algo. Entonces, se le agradece a doña Carolina lo que hace, ¿verdad?
Este trabajo no habría sido posible sin la ayuda de conocidos y personas altruistas que este año se unieron para el recibimiento de los peregrinos. Todo bajo la organización de doña Caro, una muestra viva de fe y fervor guadalupano.