Es feminicidio un efecto colateral de la pandemia, estima Instituto de la Familia

El Instituto de la Familia A.C. estimó que el feminicidio puede ser considerado como uno de los efectos colaterales del confinamiento por la pandemia de COVID-19.

Pedro Napoleón Becerra Félix, presidente del Instituto, recordó que al entrar el semáforo rojo en Tabasco, se decretó un confinamiento que mantuvo a los integrantes de las  familias por más tiempo juntos.

Argumentó que en algunos casos fue positivo, pero en otros casos generó algunos efectos colaterales como disputas entre parejas que derivaron en divorcio, depresión que se ve reflejada en actitudes suicidas y violencia familiar que pudo generar feminicidios.

“Hay un dicho que dice que el desconocido a los tres días apesta, perdón por la expresión, no quisiera utilizarla, y menos por la familia, pero es que en la realidad somos desconocidos en el entorno y el contexto del hogar, todos somos desconocidos, no permanecemos más de una semana, no hemos convivido tanto tiempo juntos. Esto género para muchas familias el incremento del nexo efectivo pero para otras generó el rompimiento. De hecho si tuviéramos que hablar de cuestiones de divorcio, creo que uno de los temas que más se disparó fue el divorcio en estos tiempos y también el suicidio, ahí tenemos datos a nivel nacional”, declaró.

Además, dijo ver que en la actualidad hay un proceso para dar a las mujeres su lugar en la sociedad con la paridad de género. Comentó que esto podría estar generando una confrontación de sexos.

“El tema del feminicidio que lo tocas como una experiencia muy interesante, hacíamos algunos análisis que ya se están dando, sobre todo en este confrontamiento entre sexos, que puede aumentar el tema de feminicidios en Tabasco. Recuerda que ya se habla de varios casos de feminicidio, y es un tema muy sensible que tiene que ver principalmente con el tema del confrontamiento entre sexos”, manifestó.

Alertó que hay grupos extremistas en la sociedad como son los “machistas” y por otro lado “feministas radicalizadas”, que podrían ser causa de una fricción mayor.

“Sí, venimos de una cultura machista, se sobrepone un trabajo de las que llaman feministas, pero también tenemos el contraste de las que les llaman feminazis, que finalmente son mujeres que quieren hacer valer sus derechos a costa y en contra de todo. Y esto ha generado que la lucha de sexos, que antes no se daba porque un sexo estaba subordinado por el otro. Estamos ahorita confrontando los dos sexos y este equilibrio no lo hemos logrado. Y por ello podríamos pensar que esta lucha inconsciente que se da, que tenemos, podría ser respuesta a muchos de los feminicidios que se están dando últimamente”, sostuvo.

Comentó que ante estos escenarios se tiene que hacer un trabajo profundo, aunque no se le puede dejar todo a la autoridad.

“Tenemos que meter las manos quienes, no solamente las autoridades, todo se lo dejamos a las autoridades. Medios de comunicación, instituciones, iniciativa privada, tienen que tocar el tema de fondo, tenemos que platicar, tenemos que capacitar, intervenir en un tema tan sensible. Porque desde el momento de proceso de la formación de la familia, nosotros estamos formando esta confrontación. La niña sabe que ya no está destinada a lavar los trastes y nosotros las queremos someter a lavar los trastes, por decirte un ejemplo. Se tiene que analizar desde el momento mismo del trabajo de la formación inicial de los niños”, argumentó.