Los celos pueden ser desde normales, hasta enfermizos

 

Todos los que nos enamoramos podemos llegar a sentir celos. Cuando queremos a alguien es natural que no queramos perderlo, pero hay de celos a celos. Los celos normales, generalmente surgen en breves momentos cuando una persona se siente insegura de la posibilidad de que su pareja la cambie por otra u otro. Estos celos suelen ser proporcionales al motivo, y la persona puede no expresar esos sentimientos o si es necesario, saber cómo expresarlo a su compañero de forma apropiada. Una vez aclarada la duda, así como surgió, desaparece y no causa molestia significativa a ninguno de los dos. 

Los celos empiezan a ser un problema cuando hay inseguridad, pues esta es la base de los temores. Tiene celos quien no sabe amar, quien es desconfiado, quien ha sido lastimado, quien es infiel o quien tiene muy baja su autoestima. Si esa emoción que experimentamos es demasiado intensa y nos ocurre con demasiada frecuencia, quizás estemos ante un problema de celos. Podemos sentirnos demasiado angustiados habitualmente.  

Observaremos en la práctica clínica a más personas celosas cuando sus evaluaciones refieren baja autoestima, no se consideran valiosas por ellas mismas y sienten que su pareja les da validez. Al sentir que no valen, piensan que otra puede valer más que ellas y por ello, su amado, preferirá a la otra. Hay quienes desarrollan una gran codependencia de su pareja, dependen del otro para ser felices y se apegan para sentirse felices a través de tenerlos a su lado. Hay una gran necesidad de ser cuidada y si llega a sentir celos, a veces no lo muestra con tal de no ser abandonada, entonces, adoptan una personalidad sumisa. Esto sucede cuando hay temor a enfrentar al mundo sin su amor y se aferran, pues se suelen sentir muy mal solas y hasta aceptan vivir situaciones humillantes y dolorosas, que incluso, afectan a los demás miembros de la familia. 

La personalidad de cada quien le dará el toque al tipo de celos que puede manifestar. Existe un tipo de persona celosa que se caracteriza por desconfiar de los demás en general y de su pareja en particular. Sospechan de las intenciones del otro, se sienten fácilmente atacados. Piensan que todo lo que hace el otro es de una forma malintencionada. La personalidad denominada “paranoide” es la que siente este tipo de celos, unos celos fruto de la desconfianza general que siente hacia el otro. 

Los celos pueden llegar a convertirse en obsesión. Las obsesiones son ideas, pensamientos, impulsos o imágenes de carácter persistente que el individuo considera intrusas e inapropiadas, que provocan un malestar significativo en quienes muestran personalidad “obsesiva”. El individuo que tiene obsesiones intenta con frecuencia ignorar o suprimir estos pensamientos, o bien neutralizarlos, mediante otras ideas o actividades ritualistas.  Una persona con celos obsesivos es incapaz de rechazar los pensamientos sobre infidelidad actual o pasada de su pareja, aunque no encuentre ninguna prueba de la infidelidad. Por mucho que se esfuerce en evitar pensar en ello, estos pensamientos vuelven una y otra vez, y la persona suele darse cuenta de que son absurdas sus ideas. 

En ocasiones podemos estar ante una persona que muestra sentimientos desbocados de amargura para mostrar al otro miembro de la pareja todo lo malo que le ha hecho, y adopta comportamientos exagerados, como tirar cosas, gritar, amenazar con suicidarse, lo que nos puede estar indicando que nuestra pareja tiene una “personalidad histriónica”. Este tipo de personas mayormente son mujeres y utilizan la manipulación, el drama y quieren obtener una ganancia secundaria. Actúan al grado que se les considera una gran víctima de su pareja. Luego puede en otra situación ser ella misma la que, con una actitud sensual, intente provocar celos en la pareja, mostrándose a continuación sorprendida de la queja de su pareja ante su actitud desinhibida y coqueta. 

Los celos son un verdadero sufrimiento para los que padecen de “Trastorno de la personalidad Límite”, ya que sienten una gran necesidad de establecer un fuerte vínculo con otro, como si fuera una fusión para toda la vida. Requieren de la pareja en presencia, de atenciones y manifestaciones de amor. Sufren si su pareja está lejos de ellos, necesitan su cercanía, su presencia. Su pareja es lo más importante en su vida y por ella dan todo. Es un tipo de personalidad más observado en las mujeres y los checan, los rastrean y -ante cualquier indicio de abandono o engaño- muestran un intenso temor, pues no quieren dejar de ser amadas.  

Por ejemplo, una frase como «hoy comeré en el trabajo» por parte de la pareja de una persona límite puede ser interpretada como «hoy comeré en otro lado porque no me apetece comer contigo y prefiero hacerlo con mis compañeros de trabajo. Tú ya no me importas». Su cólera, su ira y su explosividad se expresan rápidamente y son capaces de ofender, insultar y golpear a la pareja y a quienes se encuentren a su alrededor. Otras veces pueden mostrar comportamientos de sumisión ante la posibilidad de ser abandonadas.  

Los celos pueden mostrarse con ideas delirantes. Se pueden presentar en dos patologías del espectro psicótico, en la “Esquizofrenia tipo paranoide” y “Trastorno delirante subtipo celotípico”. En el delirio de celos la persona experimenta un total convencimiento de que la pareja le es infiel. Las ideas aparecen sin motivo y se basan en sospechas erróneas que se apoyan en pequeñas pruebas, por ejemplo, ropas desarregladas, olores desconocidos o manchas en las sábanas, que son guardadas y utilizadas como supuestas pruebas para justificar la idea delirante. 

Cuando en una relación de pareja se observa en uno de los dos integrantes celos fuera de lo común, no hay que engañarse con eso de que ‘la cela porque la ama con locura’. Un hombre celoso, o una mujer celosa, empezarán por desconfiar de su pareja y poco a poco la relación se convertirá en un campo de batalla, donde la comunicación y el diálogo estarán ausentes. Los psicólogos trabajamos los celos tanto de forma individual como en pareja. No es muy frecuente que, en la relación de pareja alimentada por ambos, logren salir de los celos disfuncionales sin ayuda terapéutica. En psicología clínica se trabaja la terapia sistémica breve, la de modificación de conductas y también la terapia cognitivo conductual.  

 Psic. Sara L. Campos Chavolla Consultorio Torre Médica Av. Méndez 1110 Segundo Piso Tel. 9933141178 y Cel. 9931498820