Pide Obispo a fieles purificar sus corazones para recibir el Espíritu Santo en la resurrección de Jesús

El Obispo de Tabasco, Monseñor Gerardo de Jesús Rojas López, pidió a la feligresía purificar y preparar sus corazones como templo vivo para recibir al espíritu Santo en la resurrección de Jesús.

Durante la homilía dominical, Monseñor exhortó a motivarse a implementar las tres herramientas que proporciona Jesús: el conocerse más a si mismos, superar las limitaciones y debilidades, y ser generosos con los vulnerables para limpiar los corazones.   

“La casa de la nueva alianza, el templo nuevo es Cristo Jesús, pero por su muerte y resurrección y a través del bautismo, nosotros somos el templo vivo de Dios, no hay que profanarlo, este domingo se caracteriza por la purificación, y eso queremos hacer en este tiempo de cuaresma, que el señor nos purifique, así iniciamos el tiempo de cuaresma, el miércoles de ceniza, unidos al salmo 50 y 51 del Rey David, limpia señor nuestro corazón, concédenos un corazón puro, un corazón nuevo, renuévanos por dentro con un espíritu firme, no profanemos el templo de Dios que llevamos dentro, por eso la importancia del respeto, del amor, la comprensión y de la ayuda de los demás ante nuestros hermanos, este tiempo de cuaresma luchemos por tener un alma limpia, un corazón puro y respetar el templo vivo de nuestros hermanos”, llamó.

“Estamos en el tiempo de cuaresma y que desde el inicio de este tiempo, miércoles de ceniza, a través del evangelio que se nos proclamó de San Mateo, Cristo Jesús nos da tres herramientas a trabajar, que es el ayuno, la oración y la limosna o las obras de misericordia, y el Papa nos dice que es una reconciliación, el ayuno, reconciliación con nosotros mismos, y que parte del evangelio hoy es eso, porque Cristo Jesús conoce lo que hay dentro de cada corazón. Conocernos nosotros mismos, es una tarea porque conociéndonos sin duda nos animará el espíritu de Dios a superar fragilidades, debilidades y aspectos que hemos de crecer y madurar para ser personas equilibradas, sensatas y gratas a los ojos de Dios”, destacó.