Uso de pirotecnia por menores puede ocasionar lesiones graves y discapacidad permanente, advierte Salud Tabasco

No supervisar el uso de estos artefactos puede ocasionar incendios mortales en casas y vehículos

La Secretaría de Salud de Tabasco advirtió que el uso de la pirotecnia por menores de edad puede ocasionar lesiones graves y discapacidad permanente.

En un comunicado, la dependencia estatal señaló que la mala manipulación de los fuegos artificiales puede provocar quemaduras de segundo y tercer grado o, incluso, la amputación de algún miembro del cuerpo, por lo que afirmó que se ha vuelto muy peligroso poniendo en riesgo la integridad de niños y adolescentes.

Asimismo, expuso que no supervisar el uso de estos artefactos puede ocasionar incendios potencialmente mortales en casas y vehículos.

Y es que el organismo estatal reconoció que en esta temporada los petardos se pueden adquirir en puestos ambulantes, a pesar de estar prohibidos en la ley.

Asimismo, señaló que, en la mayoría de los casos, los padres se las dan a sus hijos para que las quemen sin ningún tipo de supervisión, por lo que, al ser niños pequeños, esto representa un riesgo potencial para su seguridad.

El SEUT reiteró que cualquier tipo de petardos o tronadores puede generar lesiones que van desde quemaduras de primer, segundo y tercer grado en manos, ojos, cara y orejas, hasta daños oculares, sordera o pérdida de dedos, manos y amputaciones tanto en quienes los manipulan (especialmente niños) como a quienes están cerca, con consecuencias permanentes y trauma psicológico.

De acuerdo con el Centro Nacional de Comunicación y Operación (CENACOM) dependiente de la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC), la pirotecnia ocupa el segundo lugar nacional en accidentes por quemaduras, principalmente durante el mes de diciembre; siendo la población infantil la más afectada.

La dependencia apuntó que, además de lesiones graves, el uso de pirotecnia puede afectar a personas vulnerables como niños, adultos mayores y personas con males respiratorios y cardiovasculares, así como en la salud del medio ambiente; por el humo que generan estos artefactos cuando se explotan o queman. 

Debido a esto recomendó no comprar o permitir que niños y adolescentes estén en contacto con cualquier tipo de pirotecnia incluyendo las llamadas “chispitas”, “cerillitos” o “chinitos”. 

No almacenar pirotecnia en casa ya que pueden provocar accidentes e incendios.

En caso de tenerlos, no guardarlos en los bolsillos, pues explicó que la fricción puede hacerlos explotar y provocar quemaduras o lesiones graves.

No llevarse a la boca los fuegos artificiales, ya que pueden generar intoxicaciones, por lo que también exhorta a lavarse las manos después de usarlos.

No utilice objetos ajenos a los juegos pirotécnicos como botellas, cajas o piezas de metal.

Y si un petardo no funcionó, no trate de volver a encenderlo sino hay que mojarlo durante 5 minutos, ya que puede activarse y explotar en cualquier momento.

Finalmente, se debe estar atentos a la caída de residuos de la pirotecnia hacia tanques de gas, terrenos abandonados o baldíos, ya que pueden incendiarse.