Aumenta tensión entre la OTAN y Rusia por posible invasión a Ucrania

Las tensiones entre la OTAN y Rusia siguen aumentando ante las amenazas de una posible invasión a Ucrania.

Este lunes, agencias internacionales han reportado que la OTAN está enviando más barcos y aviones al flanco oriental de la Alianza para “mejorar la disuasión y la defensa” en esa zona.

Asimismo, la organización habría dado la orden a sus fuerzas de ponerse “en estado de alerta”, ante el incremento de la tensión por la concentración militar rusa junto a la frontera de Ucrania y la posible intervención militar de Moscú en la antigua república soviética.

Por su parte, el Kremlin se defendió y acusó a la OTAN y a Estados Unidos de "exacerbar" las tensiones al decidir desplegar navíos y aviones de combate en Europa oriental, en un contexto de temor a un ataque ruso en Ucrania, según informaron agencias internacionales.

El portavoz ruso, Dmitri Peskov, calificó el despliegue de fuerzas de la Alianza en el este de Europa como una "histeria" por las acusaciones que se multiplican en las últimas semanas de una invasión inminente a Ucrania.

Peskov consideró "muy elevado" el riesgo de una ofensiva de Kiev contra los separatistas prorrusos del este de Ucrania, conflicto que comenzó en 2014 y ha provocado más de 13 mil muertes.

En tanto, el primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, advirtió que invadir Ucrania sumiría a Rusia en un conflicto "violento y sangriento", que equivaldría a crear "una nueva Chechenia", exrepública soviética del Cáucaso que ha sido escenario de intervenciones mortales del ejército ruso.

En una intervención en la televisión británica, el líder conservador dijo “Tenemos que transmitir el mensaje de que invadir Ucrania, desde el punto de vista ruso, será doloroso, violento y sangriento, y creo que es muy importante que Rusia entienda que podría ser una nueva Chechenia".

Cabe señalar que Rusia está acusada por los occidentales de apostar un contingente de decenas de miles de soldados en la frontera con Ucrania, listos para lanzar una invasión.

Señalamiento que Moscú desmiente y exige varias garantías de seguridad incluyendo un veto al ingreso de Ucrania a la OTAN, así como la promesa de que la alianza no seguirá expandiéndose hacia el este, además del fin de los despliegues militares en Europa del Este.