Gobierno de la 4T protege a Lozoya: Lourdes Mendoza

“Dejó la paraestatal más endeudada que nunca en la vida. En cuatro años duplicó su deuda. Lozoya convirtió a Pemex en la multinacional más endeudada del mundo. Hoy está en la cárcel por Odebrecht y por Agronitrogenados. Agronitrogenados nos costó a los mexicanos como 700 millones de dólares, y nos enteramos que él estaba negociando 10 millones, que no sirven para tapar una muela. Pero no se puede hacer una negociación de este tipo cuando son delitos de oficio. La Fiscalía, Pemex, la UIF y el Gobierno federal se convertirían en corresponsables del daño al erario de Lozoya. Sería un pacto o negociación ilegal”.

Lourdes Mendoza argumentó que a Lozoya se le han dado beneficios y lujos que ningún otro criminal confeso ha tenido en México, y aseguró que el criterio de oportunidad no tiene que ver con ello, pues consideró que el exdirector de Pemex no seguiría en la cárcel si tuviera pruebas contra exfuncionarios de la administración de Enrique Peña Nieto.

“- ¿El gobierno de la 4T está protegiendo a Lozoya? – Sí, no hay duda y no es mi percepción. El señor tenía una orden de aprehensión y se escapó. Lo agarraron en España y lo trajeron en un vuelo privado, cuando lo deben traer en uno comercial. En helicóptero ha viajado al hospital. ¿Eso no es consentir a un criminal confeso? Es un tema político, porque hasta hoy no hemos visto una sola prueba de los dichos de Lozoya. No sé por qué lo quieren dejar salir. No entiendo por qué tener una justicia selectiva con él”.

La periodista criticó que el gobierno actual esté convirtiendo a Emilio Lozoya en el ícono de la impunidad en México.

“¿Qué es lo que AMLO prometió? Acabar con la corrupción y la impunidad. ¿Por qué convertir a Lozoya, ícono de la corrupción con Peña, en el ícono de la impunidad en este gobierno? - ¿Cuestionas a la FGR? – Sin lugar a dudas. No está siendo pareja. La peor tragedia es que la 4T lo proteja. Si hubiera pruebas, ya las hubiéramos visto y el señor no estaría en la cárcel”.

Finalmente, Lourdes Mendoza relató el episodio en el que encontró a Lozoya Austin cenando en el restaurante Hunan de la Ciudad de México, escena en la que lamentó que el Gobierno federal pusiera más foco en la legitimidad de las fotografías, que en el hecho de que el exdirector de Pemex no estuviera cumpliendo su arraigo domiciliario.

“Yo tenía interpuesta la demanda civil, y no se presentó en mi juicio a declarar. A los ocho días me avisan que estaba en el Hunan, y me fui en mi coche. Lo veo y le digo: ‘¿traes brazalete? No estás arraigado’, como diciéndole que ya no me va a ver la cara. Si tu te acuerdas, al principio del escándalo, no era si Emilio estaba cenando o no, era si yo había tomado la foto. Esa foto tuvo implicaciones judiciales y la 4T tuvo que cambiar la narrativa. Si Lozoya tuviera pruebas, ¿estaría en la cárcel o ya tendría el criterio de oportunidad?”.