¿Qué sentido le das a tu vida?

¿Qué sentido le das a tu vida?
Foto: Karen Warfel en Pixabay

Puede ser que en la búsqueda de tu realización, encuentres ídolos erróneos. Es el caso del placer que te pueda dar comer, beber, satisfacer tus deseos y el poder que quieres tener sobre tus hijos, sobre tu familia y amigos. Éstos deseos egocéntrico pueden surgir como reacciones a los propios miedos a fallar, a hacer el ridículo, a perder protección o amor. Tendrás que aceptar y afrontar estos temores de otra manera. 

Eres consciente de la importancia que tienes por el mero hecho de ser quien eres? Entiendes que eres un ser único y genuino? Según la logoterapia, para encontrar el sentido de la propia vida, cada uno de nosotros debe descubrir dos cosas: 

-Las dotes y aptitudes físicas y psíquicas que tiene. Esto es, su capacidad realizadora o dones.

-Las tareas dignas de realizar en tu entorno, que necesitan precisamente tus dotes y aptitudes. Esto es, la capacidad de actuación o los objetivos. 

Tus aptitudes son los recursos y potenciales que tienes, pueden estar dormidos en un periodo determinado, pero siempre pueden volver a activarse. Mejorar tu futuro depende de las tareas dignas de realizar en tu entorno, y depende de tu capacidad de actuación. La combinación de ambas es lo que genera la sensación de plenitud y bienestar personal, de ser una persona útil y necesaria.

Las tareas que a uno le competen por su propia felicidad siempre son realizables. Si lo analizas, te darás cuenta de que el “yo no puedo hacerlo” no sirve de excusa. Éstas tareas, de interés superior, son siempre viables cuando aplicas tu propia libertad y responsabilidad. El planteamiento sería entonces: “ yo elijo hacerlo, yo puedo hacerlo, yo asumo y voy a hacerlo.” Lo que entra en juego en el proceso de búsqueda de la felicidad es la conciencia de que algo importante y valioso te espera a ti, persona única e inconfundible, que nadie más puede realizar. Es decir, tú no existes en vano, sino siempre debes buscar algo que te haga sentirte dichoso contigo mismo. 

Para superar los malos ratos. Lo primero y crucial: debes encontrar el sentido en cada cosa que hagas, por pequeña que sea. De esta manera conseguirás que las etapas difíciles pasen de largo más deprisa. 

Te propongo experimentar los tres siguientes modos de actuación, que deberás recordar en los momentos de mayor desconcierto y debilidad: 

a) Humor. Ironizar con humor las situaciones que te paralicen; evitar las situaciones que te bloqueen o te desconcierten. 

b) Autonomía. Apoyarte en tu propia opinión y actitud para no dejarte llevar por los condicionamientos externos. 

c) Bondad verdadera. Reconciliarte con lo irremediable y aplicar la bondad de corazón para perdonar y no sólo para ver lo malo, sino también lo bueno de las cosas que te suceden. Humor, autonomía y bondad forman una fructífera triada para superar las dificultades. Muchas personas saben que son infelices, pero muchas más no saben que son felices. 

Como psicoterapeuta, mi tarea es hacer comprender a una persona lo bien que le va. Si eres incapaz de sentirte pleno y alegre aún teniendo razones para hacerlo puedes realizar un sencillo ejercicio: toma conciencia de manera hipotética de un destino fatídico que te es ajeno. Piensa en lo que podría haber sido si se hubieran dado otras circunstancias en tu vida. Imagina Los hechos negativos que podrían haberse derivado de circunstancias pasadas concretas; intenta hacerte idea del dolor que te hubieran generado y del que te has librado hoy. Entenderás que siempre que das por hecho un destino positivo o halagüeño, y no aprecias lo venidero de manera adecuada, cometes un error de apreciación que te conduce a una desilusión casi segura, es decir: puedes regenerar tu apreciación inadecuada pensando en un destino negativo hipotético.

No se trata de ponerte en lo peor, sino de encontrar el equilibrio. Realiza la práctica en estado de relajación: estírate en una cama, con los ojos cerrados. Piensa en un escenario irreal: tu propia vida, tu pasado, pero sin las consecuencias negativas que imagines. Siente como cambia tu forma de ver las cosas. Recuerda que después de la vida no habrá una película que te ayude a recordar los momentos felices. Por eso debes vivir con intensidad cada uno de ellos cuando se producen. Alégrate cuando y donde tengas motivos para hacerlo. Goza el hoy, no te aflijas por el ayer ni te entristezcas por el mañana, piénsalo con detenimiento tiene mucho sentido. No debes pintar las cosas de color de rosa, porque la vida también es aflicción; pero tampoco pintes todo de negro, porque correrías el riesgo de ocultar las facetas brillantes de ti mismo. La vida trae buenos momentos, pero también malos: de dolor, de culpa, de muerte. ¿Eres de los que se preguntan porque yo?, ¿por qué a mí, por qué ahora?.Quizás sientas tu ser tambalearse. Las cosas de la vida llegan, y no siempre eres responsable de ellas. 

Sin embargo cuando se presenten obstáculos a tu felicidad, recuerda los siguientes pilares:

-Ama algo superior y reconócelo aunque te sientas incapaz por la desesperación.

-Busca ídolos de verdad. El dinero, el trabajo, una única persona, la salud, la longevidad, no sustentarán tu dicha. Son ídolos inadecuados para dar sentido a tu existencia y no salvan las malas rachas. 

-Enriquece tu vida en el momento actual con valores, amistades, contactos con la naturaleza y aficiones, cuando lo demás se desmorone. Sonríe a los días radiantes. Para conseguirlo, cambia la percepción de tu pasado. Recopila los momentos que con anterioridad te han hecho sonreír, las situaciones positivas, las relaciones que te han llenado, las personas enriquecedoras. En vez de buscar la felicidad en los regalos de la vida de los demás, porque no tratas de encontrarla en tus dones y valores propios, en tu propia vida pasada y futura? 

-Reconoce tu pasado: es inalterable y sus momentos luminosos tampoco se pueden oscurecer. Todo lo que en el pasado te ha hecho feliz y has hecho bien sigue existiendo.

-Celebra tu alegría. Tienes un motivo para sonreír, y otros para alegrarte de que el pasado haya sucedido. También tendrás motivos para desear que algo pasado no sucediera, o haberlo hecho mejor. En definitiva en tus manos está elegir la queja o la satisfacción al mirar atrás. 

Psic. Sara L. Campos. Ch. Consultorio Torre Médica Segundo piso. Av Méndez 1110 Col Centro Villahermosa, Tab. Tel 9933141178 Cel 9931498830 



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