Reaparece Arturo Núñez como ponente en foro virtual

Al iniciar su participación afirmó que sí ha habido transición política en México, puesto que se ha dejado atrás un régimen autoritario y hegemónico. 

Hizo un recuento histórico de la vida democrática del país hasta lo que representó la elección de 2018 y la victoria de un nuevo partido para afianzarse de la Presidencia de la República. Sin embargo, consideró que Morena aún no está consolidado como instituto político, pese a sus victorias en los últimos procesos electorales.

“Hubo un periodo largo de la vida del país en donde no participaron cada tres años ni los mismos partidos ni el mismo número de partidos porque entraban y salían, obtenían el registro, lo perdían, cambiaban de nombre, se fusionaban, etcétera. Ese sistema de partido se colapsó en las elecciones de 2018, porque un partido nuevo, que yo considero no está consolidado como partido político, aunque en términos legales y de registro cumple todos los requisitos, que es el Movimiento de Regeneración Nacional, incluso en su propia denominación habla de lo que es, un movimiento y todavía no un partido con estructuras, programas y procedimientos probados respecto a candidaturas, dirigencias, etcétera, pero eso paso a ser ahora el partido dominante, las cosas cambiaron en 2018”, dijo.

Núñez Jiménez afirmó que en 2018 se dio paso otra vez al gobierno unitario, donde hay una mayoría relativa en ambas cámaras del Congreso que coinciden con el partido del Presidente de la República.

En otro momento, comparó lo que ocurría hace décadas a lo que pasa en la actualidad, pues dijo, anteriormente el país estaba prefigurado en tres círculos y al igual que ahora, existían partidos políticos “bisagras”.

“El transfuguismo político ha sido muy alto en la vida pública de México, originalmente en la primera etapa que ya debió de haber sido de la consolidación, que no se consolidó la democracia por diversas causas, habíamos prefigurado un sistema de tres círculos concéntricos del sistema de partidos, en el núcleo central un tripartidismo, PRI, PAN, PRD, que en realidad a nivel de entidad federativa era un bipartidismo galopante: PRI, PAN en el centro-norte con excepciones y PRI, PRD en el sur-sureste con excepciones, ese era el núcleo del sistema.

“Había un segundo círculo con partidos que la hacían de bisagra, lo mismo se aliaban con el PRI que con el PAN, ahora con Morena como el PVEM, también el partido originalmente Convergencia ahora Movimiento Ciudadano y el Partido del Trabajo, que han sostenido en términos generales su registro en varios procesos electorales sucesivos”, apuntó.

Recordó cómo se dio paso a la pluralidad que terminó por romper la hegemonía que mantuvo por años el PRI.

Indicó que si bien se ha avanzado en la cultura democrática, aún no se puede cantar victoria.

Sostuvo que fue la globalización, el cambio de modelo económico, la reforma judicial, la sociedad civil y los organismos constitucionales autónomos los que llevaron a acotar el poder del presidente en el año 2000.

“Fuimos pasando, sin que se haya concluido ese proceso y se haya consolidado ni podamos decir que haya ganado el todo a una autocontención de los actores políticos, renunciaron a ser los que tomaban las decisiones en el seno de la autoridad electoral, renunciaron a ser los que calificaban las elecciones en los colegios electorales y otras muchas otras formas de autocontención.

“Al no tener mayoría calificada para reformar la Constitución el PRI y luego al no tener mayoría absoluta para hacerla ley, tuvo que irse construyendo la cultura por la cual se procesa la pluralidad: diálogo, negociación y construcción de acuerdos o compromisos. No cantamos triunfo, pero algo hemos avanzado”, aseveró.

Este viernes el exgobernador tabasqueño de nueva cuenta será ponente en el mismo foro, aunque ahora el tema que disertará será: “La transición democrática y la nueva institucionalidad electoral”.