Centroamericanos en estación migratoria de Ciudad Industrial exigen ser repatriados

De nueva cuenta los cerca de 500 centroamericanos que se encuentran albergados en la estación migratoria en Ciudad Industrial, se amotinaron y quemaron colchonetas, en protesta por que no los han repatriado a sus países.

Lo anterior ocurrió al mediodía, cuando comenzaron a exigir a las autoridades que los saquen del albergue, debido a que consideran que son muchos y que podrían contraer el coronavirus.

Y es que a decir de las autoridades, son cerca de 500 personas las que se encuentran en dicha estación migratoria debido a que no han podido ser repatriados por la pandemia del Covid-19.

Por ello, se realizó un operativo de elementos de la Policía Estatal y el Ejército mexicano para controlar a los migrantes que querían salir a las calles.

Afortunadamente, se logró que el orden volviera al interior del albergue; algunos migrantes se dijeron temerosos de enfermarse, sin embargo las autoridades indicaron que constantemente están siendo monitoreados por las autoridades sanitarias.

Además, les explicaron a los centroamericanos que por el momento no pueden ser repatriados a sus países de origen.

Por su parte, en un comunicado, el Instituto Nacional de Migración informó que un grupo de hombres -en su mayoría originarios de Honduras- se manifestaron ante la falta de retorno a sus países, provocada por la decisión de los gobiernos de Centroamérica de cerrar sus fronteras ante la contingencia sanitaria por el Covid-19. 

Apunta que personal del INM intentó dialogar con ellos, pero empezaron a incendiar colchonetas, por lo que para salvaguardar la integridad de todos los albergados en la estación migratoria se pidió auxilio al servicio de vigilancia de la Policía Auxiliar, Bancaria, Industrial y Comercial, a la Policía Estatal y a Protección Civil del Estado.  

La población fue trasladada al patio para ventilar las áreas que quedaron invadidas de humo y al momento la Estación Migratorias desarrolla actividades con normalidad. Cabe aclarar que ninguna persona resultó afectada, por este hecho, en su integridad física.