Algunos líderes del Movimiento de 1995 traicionaron las causas de AMLO: Nydia Naranjo

Algunos líderes del Movimiento de 1995 terminaron por traicionar las causas de Andrés Manuel López Obrador, criticó la entonces nombrada capitana del equipo de Cunduacán, Nydia Naranjo Cobián.

A 25 años de este movimiento encabezado por el hoy presidente de la República, recordó que mucha gente apoyó las exigencias, y no sólo quienes estuvieron aquél 19 de enero en la Plaza de Armas.

“Algunos se sienten propietarios de él, pero creo que mucha gente de Tabasco contribuyó, con comida, ropa, vehículos, gasolina. No fuimos nada más los que estuvimos en la Plaza, y hay que reconocer esto. Ahora ya tenemos a un presidente de la República, producto de este gran esfuerzo. Muchos lo llamaron terco, y a nosotros que lo seguimos nos llamaron locos. Ha valido la pena, nuestra República es otra, aunque algunos dicen que es igual o peor. Esto no cambia en un año, él está atacando la causa de lo causado”.

La alcaldesa de Cunduacán sostuvo que muchos que continúan en el movimiento, aún recuerdan a las personas que murieron.

“Hay fundadores que se vendieron, que traicionaron el movimiento. Hay otros que llegaron después, que se pusieron la camiseta y hoy en día se pueden valorar igual que los que iniciamos y continuamos de manera permanente en este Movimiento. Yo creo que no hay que dejar de luchar, siempre reclamar nuestros derechos, exigir y cumplir con lo que nos corresponde”.

Finalmente, Nydia Naranjo relató uno de los sucesos del 19 de enero de hace 25 años, cuando fueron atacados por Elías “El Zorro” Olán, y por el pretendiente a la presidencia del Sindicato de PEMEX, Mario Ross, quienes eran activistas del PRI:

“Cuando me iba a Plaza de Armas me despedí de mis hijos, mi esposo, me dieron la bendición. Llegué muy temprano a hacer desayuno para los compañeros en el campamento. Recuerdo que Mario Ross y este muchacho de Cárdenas, el “Zorro” Olán, creo que le dicen, los dos nos atacaban por dos frentes en el campamento. Nosotros preparamos un tanque de gasolina, por si se arrimaban, como está de bajada, pensábamos en tirar gasolina y prenderle fuego. Aunque muriéramos nosotros no importaba, en ese momento era el todo por el todo, y sabíamos a quiénes nos estábamos enfrentando. Ahora veo que estos señores están convencidos que nos somos enemigos personales, que son circunstancias y cada quien lucha por lo que cree y considera”.