Encuentran en Tamulté de las Sabanas piedras chontales

“Aquí se han encontrado en esta zona piedras gigantescas, grandes, con un peso aproximado de 250 kilogramos, llama la atención porque tiene una forma circular, como que fuera tratado por personas de cientos de años, siempre se han encontrado en una profundidad de 3 a 5 metros de la superficie, llama la atención porque no es la única que tenemos acá por estos rumbos, sino ahí se han encontrado aproximadamente más de 10 piedras y que la gente de esta zona no le ha dado la importancia”, dijo. 

Explicó que estos monolitos, por su magnitud, solo fueron colocados lejos del predio en donde se hacen las excavaciones; sin embargo, el resto de hallazgos fueron robados por los mismos pobladores, ya que desconocen y no le dan la importancia que debería. 

“La verdad es que en esta zona, a un alrededor de diez hectáreas… no, como 20 hectáreas, se dice que bajo de estas tierras existen templos, ya, templos ocultos y creo que es necesario, en su momento, seguir cavando, pero con el permiso del Gobierno federal, estatal, con el Instituto Nacional de Antropología e Historia”, detalló.

Contó que en una zona conocida como El Bosque, existían grandes ceibas en donde los antepasados hacían adoración a un dios chontal llamado Kentepel, a quien le pedían lluvia para los cultivos. 

“Ahí hacían sus ritos, le llevaban su pozol, su tamal, pues, pidiéndole a ese dios que diera toda la sabiduría, la suerte y pidiendo que no le falte el alimento a esa zona indígena”. 

De igual forma, Andrés Morales García, poblador indígena y originario de la zona, explicó que en esta gran extensión también se encontraron piedras con la silueta de una mujer, pero un grupo de personas acudió a la villa y se las llevó, por lo que desconocen su paradero. 

“Era una piedra de dos metros y medio, tenía cuerpo de mujer, pero en sí, no se podía identificar muy bien, porque quizá como estaban escarbando, quizá no se veía similitud, pudo haber sido dañada, finalmente se perdieron, se perdieron, porque quizá el gobierno o las personas indicadas no le vieron tanto la importancia a esta labor”, destacó.

En tanto, el profesor Atilano de la Cruz Valencia, también originario de estas tierras, invitó al personal del Instituto de Antropología a acudir a esta zona y acercarse para realizar las investigaciones correspondientes, pues tienen la intención de crear un museo con todas las piedras encontradas, además de que pretenden que algún especialista pueda descifrar de qué se tratan, qué significan, y por supuesto, cuántos años de antigüedad tienen. 

“Pues plasmaron algo en esta piedra, querían ellos grabar prácticamente las actividades que realizaban, pues nosotros ahorita, como no somos grandes historiadores, nos imaginamos que esto necesita de un estudio, como un antropólogo, entonces, para que así podamos nosotros, para que ellos, descifren de qué se trata, porque esto no es muy común en esta zona”, pidió.

Y es que en esta zona, aseguran, incluso el aire que se respira es diferente, pero no solo eso, sino también el color de la tierra, los paisajes y las ceibas, que son silenciosos testigos de lo que alguna vez pudo haber ocurrido aquí y que no se sabrá hasta que se haga una investigación a fondo.