¿Eres nervioso o sufres de ansiedad?

Los estados de ansiedad pueden obedecer a factores hereditarios, a un sistema nervioso sensible, o a conductas aprendidas. Se inician los estados de ansiedad con pensamientos anticipatorios de miedo y de temor a enfrentarnos a las situaciones que desencadenan angustia.

También hay factores biológicos; se cree que el estrés sostenido por mucho tiempo lleva a la desregulación de locus ceruleus- la región del cerebro evolutivamente más antigua encargada de manejar las reacciones corporales ante el peligro- y a la liberación inoportuna de hormonas, como la adrenalina y el cortisol, las cuales a su vez modifican la sensibilidad de los receptores de serotonina, un neuroconductor vital para el correcto funcionamiento del cerebro.

LA ANSIEDAD SE MANIFIESTA EN LOS PENSAMIENTOS Y EN LAS EMOCIONES:

A) Pensamientos o creencias que expresan la incapacidad de enfrentarse a la situación temida. B) Sentimientos de miedo, nerviosismo, tensión, preocupación y vergüenza. C) Conductas de evitación de huida de la situación temida… por ejemplo, no presentarse a un examen en el último momento por miedo, marcharse de la consulta del dentista justo antes de que llegue su turno por imaginar el dolor y a veces sentirlo como si fuera real. D) Respuestas fisiológicas se activa elevadamente el sistema nervioso autónomo: temblores, tartamudeo, nausea, mareo, tensión muscular, incomodidad abdominal, visión borrosa, etc.

LA ANSIEDAD ¿ES NECESARIA O PREOCUPANTE?

La ansiedad dota al organismo de la activación fisiológica necesaria para afrontar retos y superar obstáculos; es decir, un cierto nivel de preocupación ayuda a ser más eficaz.
El problema surge cuando se presenta de forma extrema impidiéndonos reaccionar. Si su aparición condiciona o altera nuestra vida y retrasa nuestra actuación normal se convierte en TRASTORNOS DE ANSIEDAD, entonces es el momento de pedir ayuda profesional al psicólogo clínico y al psiquiatra.

LOS TRASTORNOS DE ANSIEDAD COMPRENDEN:

1.- Las crisis de ansiedad generalizada 2.- Las Fobias. 3.- Los ataques de pánico. 4.- Los trastornos por estrés postraumáticos. 5.- Estados de ansiedad inducidos por sustancias, entre otros.

La crisis de ansiedad y pánico suelen presentarse en episodios breves y el periodo crítico dura no más de 10 minutos, pueden repetirse hasta 5 veces al día a lo largo de varios meses. Cuando ya se trata de un trastorno aumentan los síntomas y la intensidad de éstos. La hipocondriasis se presenta también en estos trastornos, son las personas que se quejan de constantes dolores y acuden a diversos médicos y tratamientos. Toman fármacos para cada supuesta enfermedad, ellos creen que sí están enfermos aunque los doctores digan que no y los análisis del laboratorio reporten que no tienen tal enfermedad.

La ansiedad es más recurrente en las mujeres, buscan y aceptan ayuda. Los hombres ven estas alteraciones como una muestra de debilidad y por ende tratan de ocultarla u optan por refugiarse en el alcohol o las drogas. Desconfían mas de los medicamentos que las mujeres y no quieren llevar tratamiento ni acudir a terapias.

¿CÓMO ATACAR LA ANSIEDAD?

- Modificar los pensamientos generadores de ansiedad. La emoción es producto de la interpretación que damos a un suceso. Si aprendemos a ser más realistas y menos alarmistas en nuestros juicios, desaparecerá la ansiedad.

- Ser racionales y realistas al evaluar un problema y no dejarnos llevar por la emoción, no querer ser adivinos y adelantar la tragedia.

- No generalizar: si algo desagradable pasó una o más veces, no pensar “siempre me ocurre”.

- Ver el conjunto: Evaluar las situaciones en toda dimensión; lo positivo, lo negativo y neutro, sin pesimismo.

- No personalizar: Aprender a sentirnos responsables sólo de lo que nos corresponde. No ocuparnos de los males del mundo.

- Confiar en uno mismo. No pensar negativamente de que los demás nos miren ni de que hablen mal de nosotros y centrarse en lo importante.

- Aprender a relajarse: La relajación combate la ansiedad. Bastan cinco respiraciones profundas varias veces al día. Inhalar y exhalar en una bolsa de papel estraza varias veces.

- Practicar habitualmente algún deporte o actividad física ya que contribuye a que aprendamos a relajarnos y a eliminar tensiones. Basta con caminar una hora diaria o ir tres veces a la semana al gimnasio.

- Practicar yoga.

- Comer bien: Es importante cuidar la alimentación. Pues son detonadores de ansiedad, el exceso en el consumo de estimulantes como: alcohol, drogas, bebidas con cafeína y comida alta en grasas y azucares.

- Disminuir la carne roja y aumentar el consumo de vegetales.

TRATAMIENTO
Los psicólogos clínicos prevenimos y enfrentamos los trastornos de ansiedad o la ansiedad leve, empleando diversas terapias. >La centrada en el problema; >La de pareja; >La cognitivo conductual,> La racional emotiva. El psiquiatra recurre al tratamiento medicamentoso.


PSIC. SARA LETICIA CAMPOS CHAVOLLA
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