Profanación de templos, consecuencia de la cultura del robo: Iglesia Católica

La Diócesis de Tabasco lamentó que la cultura del robo que se ha creado en la sociedad esté derivando en profanaciones de iglesias y del santísimo sacramento.

Ante el robo del sagrario de la ermita “Virgen de Fátima” de la colonia La Unión, de Macuspana, el vocero de la Diócesis, Denis Ochoa, urgió la necesidad purificar a la sociedad desde las familias, para evitar que se sigan presentado dichos atracos que dañan a los objetos que tienen más valor espiritual, que materiales.

“Desafortunadamente es el problema de la inseguridad a la que todos estamos expuestos y desafortunadamente se ha creado una cultura del robo y tenemos otra vez que refundar nuestra sociedad, nuestra cultura tenemos que purificarla, limpiarla, de ahí la importancia de la educación en la familia, la cohesión de la familia”, destacó.

Finalmente, Ochoa Vidal enfatizó que en lo que va del año, se han presentado más de tres profanaciones a templos por parte de ladrones que buscan objetos de valor económico en los copones que son hechos de latón dorado, pero que no son de oro.

“Porque el santísimo sacramento, el sagrario, siempre se tiene en un lugar privilegiado y se distingue de los demás objetos o de las imágenes que se tienen, se distinguen; al sagrario se le da un lugar, una atención especial, un adorno especial, y es lo que más daña la atención, porque piensan, que en esa cajita debe haber algo de alto valor”, expuso.

La sociedad está enferma de ambiciones, lamenta Diócesis de Tabasco

La Diócesis de Tabasco lamentó que actualmente la sociedad está enferma de ambiciones de poder, de dinero y rechaza a Jesucristo como el alimento de la vida eterna.

En su mensaje dominical, el vocero de la Diócesis, Denis Ochoa Vidal, destacó que la sociedad necesita que su alimento sea Jesucristo y no el poder, el dinero y los placeres, que solo enferman.

“No estamos alimentando bien al ser humano, a la sociedad y para que la Salud pueda estar bien, que tenga una salud buena se necesita que Jesucristo sea su alimento, porque si la sociedad se alimenta únicamente de ambiciones, de dinero, de ambiciones de poder, de placeres, entonces la sociedad se enferma, cuando nosotros comemos algo, un alimento que no es el adecuado para nuestra vida, nos enfermamos”, abundó.

Por lo que el religioso recordó el pasaje bíblico de San Juan capítulo 6, en el que Jesús invita a la muchedumbre a buscar primeramente el pan que no perece y que significa vida eterna.

“Capítulo 6 de San Juan. Y Jesús les dice: Ustedes me andan buscando porque les di de comer ayer, busquen el alimento que no perece, no se queden en el alimento material, el alimento que no perece es el que da vida eterna, entonces Jesús nos dice que él es el mismo pan, él es el alimento que sacia la vida humana, en ese sentido, podemos retomar hoy aquella frase que somos lo que comemos”, explicó.
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