52 AÑOS DE TELEREPORTAJE

Hoy llegamos a 52 años de transmisiones ininterrumpidas de
Telereportaje, y lo hacemos como decía mi padre, Jesús Sibilla Zurita,
en medio de tempestades, con alegrías, tristezas y grandes tragedias,
compartiendo las historias de nuestro pueblo porque Telereportaje
también es pueblo.

Por un lado, está la tristeza de ver y sentir a esta nuestra tierra cómo cada
vez es más vulnerable junto con sus habitantes, víctima de la naturaleza,
pero también de la voracidad de algunos comerciantes de la desgracia
humana y la falta de oficio de unos y mala intencionalidad de otros; los
paganos al final somos los tabasqueños todos, pero en especial los más
amolados; duele, y duele mucho saber que hay gente sin entrañas que no
es capaz de alcanzar la sensibilidad humana porque le gana la avaricia y
las ansias de poder, me pregunto, ¿ellos podrán engañar a su conciencia?

Por otro lado está la tragedia de Veracruz, que cala hondo porque además
nos recuerda lo sucedido a nosotros mismos en 2007 y ya sabemos lo
que se siente, quizá por ello estamos más que obligados a ayudarlos y
también a ayudarnos entre nosotros. A los que nos dicen ayudar y que al
final son los que nos saquean, les digo que seguramente tendrán algún dia
un serio encuentro con Dios justo y tal vez en ese momento encuentren la
conciencia extraviada hasta ahora.

Pero claro que también tenemos alegrías; una, llegar hace una semana
a los 56 años de la VT, y hoy a los 52 de Telereportaje, en los que el
pensamiento, el sentimiento, y el trabajo de su fundador, Jesús A. Sibilla
Zurita, está presente pero con movimiento, con cambio, transformándose,
adecuándose al presente y preparándose para el futuro sin perder la
esencia, los valores, los motivos de su existencia, pero avanzando hacia
las nuevas tecnologías y por ello, desde hace algún tiempo, estamos en
internet con nuestra página, y desde hace unos meses con imagen.

Nuestro más reciente sueño se concibió no exento de mucho esfuerzo y
de intentarlo muchas veces apenas el lunes 20 de Septiembre, cuando
por fin, pudimos salir al aire en FM, como combo, ésto es, programación
espejo de nuestra VT de AM.

Muchos intentos fallidos se dieron a los que algunos llaman problemas,
pero que nosotros hemos entendido como maestros que nos enseñan a
saber a insistir, que templan nuestro carácter y que nos dan las armas de
la perseverancia para aceptar nuevos retos de la vida, tanto profesional
como familiar.

Hoy iniciamos una nueva época en Telereportaje y en la VT, ahora
transmitiendo por la frecuencia de FM.

Y claro que ésto se logra con un gran equipo de trabajo.

Nuestro amigo y hermano Oscar Palomera Cano, pieza fundamental en el
trabajo y equilibrio fraternal en nuestras relaciones, persona entregada a
su labor, cualquier empresa, en cualquier lado, quisiera tener a un Oscar
Palomera a su lado, gracias por estar con nosotros.

Hugo Triano, básico por su agudeza, profesionalismo, entrega, honradez
y compromiso social, además de llevar puesta la camiseta tal como la
lleva un querido, leal y honesto colaborador como es Humberto Hurtado;
Wendy López, lo mismo reportera, entrevistadora, que conductora de
noticias, es una suerte tenerlos y por supuesto que tengo que mencionar
a Verónica Escalante, Martha Lorena Pérez Guzmán, José David Sánchez
Plaza, Ricardo Rivera, Cintia Pérez, Sara Amador, y en los controles
técnicos a Lenin Arias y por supuesto a nuestro utilitty Concho Solís, parte
del inventario de los afectos.

Así pues, hoy llegamos al aniversario 52 de nuestro Telereportaje que
se adecúa, moderniza y cambia sin olvidar su esencia por ustedes y para
estar a la vanguardia en los tiempos actuales.

Mi padre no se imaginó todo ésto; el quiso tener una concesión de radio y
por razones ajenas, no se pudo, sin embargo hizo camino al andar y dejó
huella para poder llegar más allá.

Sibilla Zurita no nos dejó todo ésto, pero si el carácter, la imaginación, la
terquedad, la constancia, la fuerza de carácter, la entrega al trabajo como
herramienta para alcanzar sueños y objetivos.

Gracias papá, gracias por todo el ejemplo, por todas las jaladas de oreja;
gracias, por enseñarnos el valor del trabajo y la máxima importancia que
tiene la gente en el desempeño de cualquier labor; gracias por enseñarnos

a sentir el dolor del otro, máxima herramienta de sensibilidad humana;
gracias por heredarnos amigos y obstáculos; gracias porque la vida que
nos dejaste para vivir no ha sido fácil y por ello la hemos valorado de una
manera muy especial y gracias por la gran herencia de Telereportaje.
Gracias por habernos enseñado a hablar con lenguaje de pueblo; gracias
por enseñarnos a ser pueblo, y a ustedes que nos escuchan, gracias por
aceptarnos todos los días en sus casas, en sus carros, en sus diferentes
trabajos en los que con un radio o una computadora nos aceptan como
parte de su cotidianeidad y la de su familia; gracias por dejarnos entrar a
su intimidad, por confiar en nosotros y en la veracidad de nuestra entrega
diaria.

Insisto, como todos los años, en agradecer a los patrocinadores que
confían en nosotros la publicidad de sus negocios y que además hacen
posible que Telereportaje llegue todos los días a sus receptores. Que Dios
les bendiga y nos conceda, a ustedes adonde se encuentren y a nosotros
desde nuestro sitio en la comunicación, discernimiento y sabiduría,
sensibilidad humana, amor fraterno para ser una mejor sociedad que
construya y se construya de una mejor manera.