¿Dónde estudian los hijos del presidente de México y de los candidatos?

 
El Rastro Opinión

“¿Es lícito confundir la prosperidad de una clase, con el bienestar de un país?”
-Eduardo Galeano

Los hijos del presidente Enrique Peña Nieto y Angélica Rivera: Sofía, Fernanda y Regina Castro Rivera, así como Paulina, Nicole y Alejandro Peña Pretelini presumen lujos y su preocupación principal es qué marca de ropa famosa utilizarán para aparecer en la próxima portada de alguna revista social y continuar publicando en sus redes sus viajes por el mundo.

¿Le interesa la reforma educativa a Peña Nieto? Por ejemplo, su hijastra Fernanda Castro estudia en el College of Music de Boston cuya colegiatura semestral asciende a más de 500 mil pesos, en tanto Sofía Castro estudió actuación en España con Juan Carlos Corazza, quien fue coach del afamado actor español Javier Bardem. El colegio Corazza es de los más prestigiados, innovadores y una de las escuelas de actuación más caras.

En tanto todos los hijos e hijastras de Peña Nieto, presidente de México han estudiado en el exclusivo Colegio Miraflores y a donde pertenecen desde hace tiempo al selecto grupo de padres de familia de este colegio.

Hijos de Ricardo Anaya

Por otra parte, Ricardo Anaya Cortés y Carolina Martínez Franco tienen tres hijos: Santiago, Mateo y Carmen, ellos estudiaban en la High Meadows School de Atlanta en Estados Unidos, en donde anualmente las colegiaturas de los 3 niños oscilaban a casi los 2 millones de pesos; al iniciar la campaña a la presidencia y ante las críticas que el candidato Anaya viajaba todas las semanas a este país, optó por regresarlos a México y los inscribió en la Eton School de Santa Fe, cuya cuota para alumnos de nuevo ingreso rebasa los 50 mil pesos.

Hijos de López Obrador

Por otra parte, Andrés Manuel López Obrador procreó junto a su esposa Rocío Beltrán Medina (quien falleció hace años de un cáncer muy agresivo) a Andrés Manuel, José Ramón y Gonzalo Alfonso, quienes realizaron en la ciudad de México sus estudios profesionales en la Universidad Nacional Autónoma de México; de su segundo y actual matrimonio con la académica Beatriz Gutiérrez Müller nació su hijo más pequeño Jesús Ernesto, quien continúa estudiando la primaria muy cerca de donde actualmente vive el matrimonio.

La carrera por la presidencia de México está en marcha y los candidatos en sus últimos días de campaña tienen sobre el tapete de discusiones la reforma educativa, en realidad, a quién de los candidatos le interesará la actual reforma educativa en la que alumnos, maestros y padres de familia deberían estar involucrados y nadie sabe nada al respecto. En el caso de los maestros lo único que saben y están enterados es que se les aplica una evaluación y de esta manera los califican como buenos o malos docentes.

¿Qué ha hecho el estado para poder mejorar en preparación a los maestros y a los alumnos? Ni siquiera en instalaciones; en las comunidades rurales siguen careciendo de lo indispensable: agua, sanitarios, pupitres, instalaciones, áreas deportivas y de juegos, las escuelas carecen de intendentes, no hay lo esencial que a veces podría ser gis, borrador y un pizarrón en óptimas condiciones.

Nadie tiene duda que México necesita mejorar su sistema educativo y la reforma educativa tiene muchos adeptos en algunos partidos y en la clase que tiene el poder, pues la consideran progresiva y la mejor en las últimas décadas; pero también hay quienes la consideran regresiva, perjudicial para los derechos laborales del maestro y que no atiende aspectos fundamentales para ofrecer una mejor educación a los alumnos.

Entre las cosas buenas de la reforma educativa está el reconocimiento de los profesores a través de concursos abiertos y transparentes, con los que se combatiría la corrupción que representa la venta, renta y herencia de plazas y por otro lado, la desconfianza que hay entre los profesores ya que ahora eso pueda transformarse en una corrupción oficial para lograr los ascensos.

A su paso por la Secretaria de Educación Aurelio Nuño arremetió en contra de quienes defienden a los maestros como si esto fuera un asunto de posición de fuerza y no de convencimiento, y es que se plantea que la actual reforma educativa del actual gobierno no es ni reforma, ni tampoco es educativa, ya que solo es una serie de cambios administrativos y laborales amenazante de exigir exámenes para todos los maestros y cesar a aquellos que se oponen a esta.

¿En que terminará la reforma educativa? Creo en el punto donde inició esta reforma, con deseos de mejorar la educación en México; “o” sin embargo, sigue teniendo muy pocos avances y muchos retrocesos, es un callejón sin salida; mientras tanto un Emilio Chuayffet y un Aurelio Nuño con obsesión de poder y con secretarios de educación que sólo saben de “grilla” pero nada de educación, que sólo aspiraron a algo más que dirigir la SEP.

En tanto los maestros están más solos que nunca y señalados en forma negativa por el gobierno y la sociedad.

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