Muchas personas son agresivas ¿aprendemos a ser agresivo?

La agresividad puede venir en nuestra herencia o la aprendemos en nuestro entorno. Puede ser genética ya que algunos manifiestan un temperamento explosivo, irritable o colérico. También puede ser aprendida pues los niños que ven y conviven con menores o adultos agresivos se muestran aún más agresivos. Los papás modelan la conducta agresiva y ser agresivo se convierte en un mal hábito, una manera aprendida de lidiar con el estrés. La escuela y el ambiente escolar también marcan nuestro comportamiento violento. Las conductas agresivas son más manifiestas y más intensas si además de la genética el medio es generador de violencia. Los adultos tendemos a culpar a la televisión, a los videojuegos o a las redes sociales por la agresividad aprendida. Los medios de comunicación modelan la agresión.

Los niños ven en el héroe violento la imagen fuerte y triunfadora, y esta imagen se fortalece. Muchos niños viven en entornos donde observan agresividad. Si ven a sus papás pelear muchos menores actúan de la misma manera y podrían ellos ser compañeros irritables o novios y esposos agresivos cuando crezcan. Si los papás golpean a los hijos, estos pequeños, al ser mayores, de igual manera van a golpear a sus hijos con cualquier pretexto. Tienden a aprender que la mejor defensa es el ataque y buscan pelear a la menor provocación.


¿QUÉ HAY DEBAJO DE LA AGRESIÓN?
Impotencia que se convierte en omnipotencia temporal. Miedo que se trasforma enojo. Pérdida de control aunque parezca todo lo contrario. Desesperación y rabia proyectada hacia el exterior para no tener que ver la problemática propia. Se desata cuando hay seguridad, celos irracionales y miedo al abandono.


LAS PERSONAS QUE SON AGRESIVAS:
• Niegan lo que son.
• Siempre creen tener la razón.
• Se enojan sin motivo aparente.
• Explotan.
• Son tensos.
• Son cambiantes.
• Su vida emocional parece una montaña rusa. Sus habilidades sociales son pobres.
• Sobre reaccionan ante la crítica.
• Interpretan equivocadamente.
• Brincan conclusiones.

Desde el punto de vista biológico, el enojo es una emoción adaptativa y necesaria para la supervivencia, porque en situaciones de peligro prepara al cuerpo para enfrentar un obstáculo.
La agresión es definida como cualquier forma de conducta que pretende herir física o psicológicamente a alguien. Toda violencia es agresión, pero muchos momentos de agresión no son violentos ya que en ellos no existe intencionalidad ni continuidad, tampoco rasgos definitorios de una conducta agresiva o de intimidación.


LA CONDUCTA AGRESIVA SE PUEDE AGRUPAR EN TORNO A DOS TENDENCIAS:

A) Social: caracterizada por una alta tolerancia a la violencia y una baja necesidad de reparación del daño sin importar el aspecto moral.

B) Afectiva-impulsiva: caracterizada por la elevada susceptibilidad emotiva, el miedo al castigo, la necesidad de reparación y la irritabilidad.


La agresión se vuelve un problema cuando se convierte en la forma en que tratamos de lograr objetivos porque sentimos que no lo podemos hacer de otra manera.Es el producto de la ira reprimida y acumulada. Es cuando aparentemente explotamos de la nada.

Surge porque interpretamos que alguien nos está molestando, cuando reaccionamos ante la intención o supuesta intención y no ante el hecho. Cuanto tenemos reacciones desmesuradas.
Muchas veces la agresión es confundida con la ira o la hostilidad. Sin embargo es diferente, la ira es comprendida como un conjunto de sentimientos producidos por un acontecimiento desagradable pero que, a diferencia de la agresividad, no persigue una meta concreta. La ira se refiere a sentimientos concretos, respuestas corporales motoras, reacciones psicológicas concretas e incluso a asaltos abiertos físicos y/o verbales. Es una emoción y como tal se dispara automáticamente frente a situaciones que interfieren con nuestros objetivos.

Por otra parte la hostilidad es una actitud negativa o juicio desfavorable hacia una o más personas.

¿CÓMO CONTROLAR LA PROPIA IRA?
1. Date permiso de sentir enojo, se vale. 2. Ábrete a evaluar tus ideas y conceptos. 3. Oriéntala hacia acciones productivas, no te quedes como el que explota, no hagas el ridículo y no pierdas la razón. El ejercicio es una buena alternativa. 4. Piensa que a lo mejor no lo hicieron por molestarte. 5. Cambia de <<estoy enojado>> a <<me gustaría...>>, pide lascosas. 6. Tiempo fuera: busca algo qué hacer que te calme. 7. Para prevenir, monitoréate, identifica los indicios de tensión que te van a disparar la ira como; sudor de manos; puños cerrados; latidos rápidos del corazón; respiración agitada o incomodidad. 8. Aprende a relajarte.

¿QUÉ HACER FRENTE A ALGÚN AGRESIVO?
1. Mantén a la persona hablando para dar tiempo a que se calme.
2. No la provoques con frases como: esas son las reglas, o ¿qué te importa? Dile: disculpa, a lo mejor tienes razón, o permíteme ver en qué te puedo ayudar.
3. No te alteres, y sobre todo no respondas con agresión. No salgas corriendo, no te paralices de nada sirve. Aprende a respirar: Inhala mientras cuentas del 1 al 4, sostén, exhala, cuenta nuevamente de 1 al 4 y repítelo varias veces.

¿CÓMO MANEJAR LA AGRESIÓN INFANTIL?
Cuando un niño pega, muerde o escupe, las primeras reacciones de muchos papás son: gritar, sermonear o pegarle. Todo esto no sirve; al contrario, intensifica la conducta agresiva.
¿Qué hacer? Revisa qué tan desorganizado, caótico o descuidado está el ambiente en casa. Establece orden y rutinas. Indica límites claros: dale a escoger entre una cosa y otra. Hazle ver que hay consecuencias si lo vuelve a hacer. Cuenta hasta tres. No le des sermones, ni golpes. Explícale que expresar la agresión física no se vale y ofrece alternativas. Pon el buen ejemplo.


AGRESIÓN EN LA VIDA DE PAREJA
Todas las parejas pelean, el enojo es normal y común. Manejar mal el enojo implica negarlo o explotar. Es común que frente a la ira de tu pareja decidas reaccionar de alguna de las siguientes maneras: Defendiéndote, atacando de regreso, resintiendo crónicamente lo que te dijo. La agresión es lo opuesto a expresar el enojo productivamente. Si tu pareja explota verbalmente debes escuchar, hacerle preguntas, que escuche aunque sea parte de lo que te está diciendo. Analiza cómo provocas tú y para calmar las cosas inventa una señal de alarma, pide un tiempo fuera, es decir, un tiempo a solas si te sientes agobiado.

Es importante ser consciente de los hechos y si persiste la agresividad, el cinismo o la hostilidad, entonces estamos ante un trastorno conductual patológico por lo que es necesario asesorarse con psicólogos clínicos especializados para el tratamiento de la persona agresiva e incorporarla a la normalidad social. Los profesionales de la psicología podemos facilitar recursos que permitan mejorar la autoestima, la asertividad, las habilidades sociales o el autocontrol emocional, así como el entrenamiento en técnicas de relajación. En el proceso psicoterapéutico de la impulsividad y la agresividad puede utilizarse una intervención a nivel individual, grupal, familiar o combinado.


PSIC. SARA CAMPOS CHAVOLLA
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