Complican a la Unidad de Medicina Familiar de Centro las atenciones ‘no graves’

La Unidad de Medicina Familiar de Centro del ISSET, ha tenido algunas complicaciones en los servicios de urgencias debido a que en promedio, el 60 por ciento de los derechohabientes que se atienden en esta área, acude por urgencias sentidas, es decir, aquellas que no implican un riesgo grave a la salud y que pueden ser atendidas por los médicos en alguna de las Unidades de Medicina Familiar.

El director de esta Unidad, Manuel Peña Vidal, especificó que estos padecimientos de pacientes como diarrea, fiebre, vómito, suelen distraer la atención del personal médico de las verdaderas urgencias.

Por lo anterior, señaló que están en proceso de construcción de un área de admisión continua, que permitirá atender las urgencias sentidas.

“De 100 urgencias que llegan, el 60% son urgencias sentidas y el otro 40% son urgencias reales y graves. Si usted llega y tiene mucha fiebre con extraordinaria diarrea, para nosotros los médicos es una urgencia relativa, sabemos que no va a pasar a más, pero para usted es un problema grave. Eso lo vamos a atender de inmediato para que el trabajador se incorpore a su trabajo”, señaló.

Y es que planteó que al ocupar una cama con un paciente con una urgencia sentida, complica la atención de una urgencia real como: accidentes, complicaciones cardiológicas graves, o cualquier otro que ponga en peligro la vida o extremidades de las personas.

“Si usted tiene 10 emergencias relativas, y le llegan dos realmente urgencias graves, las relativas hacen que pueda fallar la atención de la urgencia grave. Ese es el grave problema que tenemos, que puede hacer que una urgencia grave se atienda a destiempo, por la cantidad de pacientes que llegan con urgencia relativas a atenderse”, manifestó.

Peña Vidal, dijo que cuando esté inaugurada esta nueva área, se desahogarán las urgencias sentidas y se les podrá dar de alta a los derechohabientes en no más de 4 horas.

Dentro de las urgencias sentidas más comunes, mencionó las infecciones de vías respiratorias altas (como amigdalitis, faringitis, y rinitis), trastornos gastrointestinales, diarreas sin deshidratación, lumbalgias, vértigo y otitis (infección en el oído).