China hace gala de su liderazgo regional, ante la tensión con los Estados Unidos

China no sucumbe antes las amenazas de los Estados Unidos, e incluso de inmediato ha provocado su integración económica en busca de fortalecer su posición competitiva a nivel mundial. Recién se ha hecho presente en las negociaciones de la Alianza Amplia de Asociación Económica Regional, que involucra a los países miembros del Sureste Asiático.

Mientras las potencias económicas, empezando por los Estados Unidos, tienen todas las dudas posibles, donde el presidente Trump no ha dejado de insistir en que la economía norteamericana ha sido perjudicada por la apertura comercial. Asimismo el fenómeno del BREXIT, sigue generando nerviosismo en la Unión Europea.

El tema más relevante y que ha impactado al mercado global, es la posibilidad de que la India, que ha quedado al margen (por ahora) finalmente se sume al ambicioso proyecto de integración económica de Asia. Ahora, ¿Qué significan China y la India junto al resto de los países asiáticos en este proceso global? Un mercado alrededor de 3 mil 400 millones de consumidores, dando paso a un fenómeno sin precedentes en la globalidad, esto representa el 47% de la población mundial. Un mercado de tal magnitud, que es capaz de poner nerviosos al resto del mercado global.

Las economías asiáticas, parecen consolidar el liderazgo global, en ausencia de las potencias europeas y de los Estados Unidos, que están más enfocados en sus agendas económicas domésticas. Las economías asiáticas podrían estar reformulando una estrategia para acelerar su ascenso en el liderazgo mundial.

La integración asiática, superaría por mucho al T-MEC en el contexto de América del Norte, además la indefinición y la posición de la Casa Blanca, no genera expectativas de mejorar las condiciones de integración entre Canadá, Estados Unidos y México. El déficit comercial de los Estados Unidos con China, seguirá siendo un problema para la economía norteamericana, mientas los asiáticos siguen fortaleciendo mercados, dinamizando el comercio, diversificando su economía y enfilándose a la posición de honor de la economía global del siglo XXI.

Es importante destacar y remarcar que, la tensión comercial, es en realidad mucho más que eso, es una estrategia geopolítica del más alto nivel por hacerse de la hegemonía económica global. Pekín se sabe fuerte y sus vecinos han optado por jugársela con ellos ante la salida de los Estados Unidos del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica.

Finamente, China ha demostrado una vez más su liderazgo y tener “plan b”, si Estados Unidos decide seguir “estirando la liga” de la tensión comercial; hasta hoy los más afectados han sido los consumidores norteamericanos y la incertidumbre sigue.